¡Buenos
días!
Estos
a veces traviesos matutinos están de vuelta. La ausencia fue breve, un día sin
ellos, así que creo no haber perdido el ritmo de aporrear armoniosamente el
teclado de escritura, aunque apenas me salen algunas notas musicales pues
percuto sobre unas silenciosas teclas modernas, así que ni de lejos obtengo la
música que habría en una máquina de escribir clásica, como sucede en la pieza musical
"La máquina de escribir" ("The typewriter") de Leroy Anderson.
Hoy es el equinoccio otoñal, a las 16:21 horas se va el verano de gira hacia el
hemisferio sur (llegará allí en tres meses), y aquí nos moveremos al son que
marque el otoño, pero todavía no, que el verano deja algo de su legado, con
máximas previstas en los madriles para hoy (y próximos días) de 28ºC, más o
menos.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo el film documental "The
Beatles: Eight days a week - The touring years", de Ron
Howard. De este director había visto algunas pocas de las películas de su larga
filmografía, entre ellas, por citar sólo las de este siglo que he visto: "Rush" (2013), "El desafío: Frost contra Nixon" ("Frost /
Nixon", 2008), y "Una mente maravillosa" ("A beautiful mind",
2001).
Un
buen documental (nota: 6), entretenido y divertido, básicamente por las
lenguaraces gracietas que soltaban con sumo desparpajo en sus entrevistas, y
por ver a las histéricas fans derretirse, desmayarse en directo ante sus
ídolos... toda una nueva religión. A base de material de archivo y algunas
entrevistas actuales, se centra principalmente en su período de cada vez más
multitudinarios conciertos alrededor del mundo, en los que apenas se oía su
música por el griterío ensordecedor de legiones de enfervorecidas admiradoras,
entre 1962-66, tras sus primeras actuaciones en antros y antes de su fase de
música de estudio, tras haber dejado de dar conciertos, sólo grabando discos,
más sofisticados que antes, hasta su disolución en 1970. Tras acabar el
documental, como bonus extra, 30 minutos del concierto que dieron el 15 de
agosto de 1965 en Nueva York.
Ahora,
en la sabiduría ajena, cuatro muy afinadas notas de los cuatro notas de
Liverpool, una de cada uno, que solían dar la divertida nota con sus cuerdas
vocales, y no sólo tañendo sus instrumentos, en entrevistas:
- "Jamás he hecho nada para crear lo que
ha pasado. Se ha creado solo. Estoy aquí porque pasó. Pero no hice nada para
que ocurriera aparte de decir «sí»".
(Ringo Starr).
- "Soy un músico y no sé por qué. Mucha
gente siente que la vida está predestinada. Creo que lo es vagamente, pero aún
depende de la persona la manera en que su vida va a ir. Lo único que he hecho
es seguir siendo yo, y todo funcionó... como magia. Nunca planeé nada, así que
es obvio que eso es lo que estoy destinado a ser. Soy un músico. Es mi
trabajo". (George Harrison).
- "Yo solía pensar que cualquiera
haciendo algo raro era raro. De pronto me di cuenta que cualquiera haciendo
algo raro no era raro en absoluto y eran las personas diciendo que era raro las
que eran raras". (Paul McCartney).
- "La vida es aquello que te va
sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes". (John Lennon).
Besos
y abrazos,
Don.
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