martes, 20 de septiembre de 2016

Matutino de altos fondos y no tan bajos vuelos

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que parezco evadirme de la realidad en estos protectores matutinos, volando a su ras, rozándola pero sin tocarla, aunque haya invisibles hilos entre los divinos matutinos y el mundanal ruido de ahí abajo. Por lo demás, este verano venido a menos, a dos días de que el bienhechor otoño nos lleve en volandas, sigue regalándonos sol y tibieza térmica.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Suburra", de Stefano Sollima, y con Pierfrancesco Favino, Elio Germano, Claudio Amendola, Alessandro Borghi, Greta Scarano, Giulia Elettra Gorietti, y Adamo Dionisi. Es la primera película que veo de este director italiano. Nota de culturilla: Suburra era un barrio de la antigua Roma, en cuya parte alta vivían senadores, y en la baja, un suburbio arrabalero lleno de burdeles, maleantes y la gente más miserable. Quedó como sinónimo de barrio de mala reputación.

Año 2011 en Roma, a siete días del Apocalipsis, especie de nueva caída del imperio romano, cuando el Papa ha decidido renunciar a su cargo y el gobierno italiano va a perder la confianza de la cámara de representantes, aunque todavía casi nadie lo sabe, así que el primer ministro dimitirá antes. Un diputado del partido en el gobierno está en un hotel con dos meretrices de alto standing, una de las cuales, menor de edad, muere por sobredosis durante la orgía. Un constructor inmobiliario lleno de deudas se suicida en el Tíber. Estos intrascendentes hechos aparentemente aislados y sus interacciones generarán una cascada in crescendo de acontecimientos que devendrán en cruenta guerra entre las bandas mafiosas de la ciudad, y entre las diferentes facciones políticas parlamentarias, con difíciles intentos de negociación entre y dentro de ambas. Y la curia pontificia... a Dios rogando y con el mazo... recibiendo -por todos los lados-. Corrupción generalizada por un pelotazo urbanístico del que todos quieren sacar tajada.

Una muy buena película (nota: 7) coral, con varias historias interrelacionadas, este thriller de mafia, bastante canónico en sus fondos y más moderno en sus maneras, con estupendas banda sonora y fotografía, y cruda realidad estilizada en muchos momentos. Fresco o mosaico romano, en el que todos los personajes actúan inmoralmente, o al menos de un modo nada edificante, que bien podría trasladarse sin apenas cambios a esta nuestra España. Historias de podredumbre, de los mutuos tejemanejes entre delincuencia, política y altos estamentos eclesiásticos, en este caso sobre la base de la especulación inmobiliaria, de ambición, orgías tanto sexuales como de sangre de vendetta, cuya mecha se prende por un desliz sexual que puede descubrirse por una inoportuna muerte y de los chapuceros intentos por barrerlo debajo de la alfombra, que degeneran, por la confluencia de otras circunstancias azarosas, en una descontrolada reacción en cadena de todavía más corrupción, venganzas y violencia extrema.

Al final, ya en el fondo del matutino, antes de salir pero todavía metidos de lleno en él, unas citas de sabiduría ajena:

 - "La política es una guerra sin efusión de sangre, y la guerra, una política con efusión de sangre".  (Mao Tse-Tung).

 - "La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra podemos morir una vez; en política, muchas veces".  (Winston Churchill).

 - "En política, como en religión, hay devotos que manifiestan su veneración por un santo desaparecido convirtiendo su tumba en un santuario del crimen".  (Thomas Macaulay).

 - "Un buen político es aquel que, tras haber sido comprado, sigue siendo comprable".  (Winston Churchill).

 - "El derecho viene a perecer menos veces por la violencia que por la corrupción".  (Henri Lacordaire).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: