¡Buenos
días!
Desde
sus principios instauré mis reales por estos matutinos, cuando ellos aparecían,
donde dejaba volar mi imaginación, alejándome de desiertos creativos donde
quedar varado, y sediento de mundos fantásticos a partir de los cuales aprender
sobre la vida real. Me deje guiar por ellos, con la inestimable ayuda de mis
hadas y ninfas, a las que tanto quiero y cuido, como a la más preciada rosa que
florece en mi corazón. Por lo demás, el verano lleva un par algo menguado, se
nos quedó en veranito, la mar de fresquito, con máximas también previstas para
hoy que apenas logran elevarse de los 20ºC, prácticamente a ras de ese suelo.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo una de animación, de técnica mixta, en
versión original francesa (con subtítulos). Se trató de "El
principito" ("Le petit prince"), de Mark Osborne, e
inspirado en la legendaria obra homónima de Antoine de Saint-Exupéry. De este
director había visto su anterior film, de animación digital, codirigido junto a
John Stevenson, "Kung Fu Panda" (2008).
Una
niña de nueve años vive con su rigurosa y atareadísima madre, que quiere que su
hija estudie en una prestigiosa escuela, así que se mudan de barrio y la obliga
a estudiar durante todas sus vacaciones de verano para lograr superar las
exigentes pruebas de acceso. En su nuevo hogar conocerá a su estrafalario y
excéntrico vecino, un amable anciano aviador que la incita a leer una historia
que él ha escrito y dibujado, "El principito". De este modo accederá
a una fantástica y emocional válvula de escape a las impuestas obligaciones del
mundo adulto que todavía no le corresponden.
Una
buena película (nota: 6) de animación, de técnica mixta, digital por
ordenador en el caso de la historia de la niña, y de stop-motion en el caso del
cuento de "El principito", cuyos principales pasajes se van
insertando entre la historia principal de la niña. De modo paralelo al cuento
inmortal, en el film se tratan similares cuestiones, de manera metafóricamente
poética, como la soledad, la amistad, el amor, la pérdida de seres queridos,
etc., la vida misma, y de hacerse mayor pero sin perder cierta pátina infantil,
como su capacidad de maravillarse ante lo más nimio -aparentemente- y de su
creatividad y fantasía, a la par que se critican los absurdos del mundo adulto
y sus "cosas muy importantes", todas muy materiales. Muy bien integradas
ambas historias, y las dos técnicas animatorias, aunque hacia el final, cuando
el cuento se acaba, la otra historia decae algo. También me gustaron mucho las
canciones de la banda sonora, preciosas.
Ya
aterrizamos en la sección de sabiduría ajena y, como no podía ser de otro modo,
hoy con tres perlitas del universal cuento, aforismos que le dice el zorro al
principito:
- "Sólo se ve bien con el corazón. Lo
esencial es invisible para los ojos".
(Antoine de Saint-Exupéry).
- "Te haces responsable para siempre de
lo que has domesticado". (Antoine
de Saint-Exupéry).
- "El tiempo que perdiste con tu rosa es
lo que hace que tu rosa sea tan importante". (Antoine de Saint-Exupéry).
Besos
y abrazos,
Don.
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