¡Buenos días!
Estos amistosos matutinos
que suelen salirme del alma, y que me la tocan a veces, me dan alegría de vivir
y me animan a seguir adelante, pase lo que pase. Son el alma máter de una parte
de mi vida. Seguimos de animosa primavera, hoy algo más fresca que la de
pasados días (máxima prevista para hoy en los madriles de 20ºC), pero seguimos
de sol radiante que nos colorea el alma, cual si brotaran flores en ella.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Calabria" ("Anime
nere"), de Francesco Munzi, basada en la novela homónima de Gioacchino
Criaco, y con Marco Leonardi, Peppino Mazzotta, Fabrizio Ferracane, y Giuseppe
Fumo. Es el tercer largo de este director italiano, y primero suyo que veo.
En un pequeño pueblo de
Calabria, región sureña de Italia, unos hermanos viven del lucrativo negocio
del tráfico de drogas. Dos de ellos, porque el mayor no quiere saber nada de
eso e intenta mantenerse al margen cuidando del ancestral negocio familiar, la
cría de ganado caprino. Pero el conflictivo joven hijo de éste se siente atraído
por el carisma de uno de sus tíos y quiere entrar en el negocio delictivo. Su
inconsciente impulsividad le meterá en problemas, y toda la familia se verá
obligada a reunirse para hacer frente común, defendiendo sus vidas y honor.
Una estupenda película (nota:
8) este drama familiar, especie de parabólica tragedia de
reminiscencias clásicas, que empezó dejándome algo frío, a la par que me
mantenía inquieto, pero que poco a poco, a base de soterrada y creciente
intensidad, me ganó limpiamente el alma. Historia de lacónicas maneras
neorrealistas, dura, seca, áspera, sobre lealtades, traiciones y venganzas
incubadas en el tiempo, a través de generaciones. Casi un documental
etnográfico en lo que se refiere a los rituales de la familiar mafia calabresa,
y en general de la sociedad de la región, de negro luto casi permanente. La
cruda violencia no se muestra, queda oculta fuera de la vista; y más que de
guerras entre clanes nos habla de guerras dentro de la propia familia. Os la
recomiendo si no os importa ver miradas diferentes, poco trilladas, sobre el
tema.
Ahora algo de sabiduría
ajena, que seguro nos ayuda a limpiar de negruras nuestro alma:
- "En algún lugar del alma se extienden
los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados
tras los parajes de los días".
(Sealtiel Alatriste).
- "El odio que engendra más odio todavía
es la cadena más pesada, a la vez que abyecta, con la que el hombre puede
atarse a otro hombre, porque sus eslabones están entrelazados por la cólera,
por el temor, y sobre todo por la envidia". (Ugo Foscolo).
- "Es evidente que la mayoría de los
hombres y de las mujeres aplastarían, arrastrarían y despedazarían, si
pudieran, a su rival. Casi todos tenemos un fondo de saña, de egoísmo, de
venganza más o menos oculto, más o menos controlado". (Pío Baroja).
- "Yo no hablo de venganzas ni perdones,
el olvido es la única venganza y el único perdón". (Jorge Luis Borges).
Amén, Jorge, ora pro nobis.
Besos y abrazos,
Don.
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