¡Buenos días!
Ni el cielo, casi
absolutamente raso, sin apenas trazas de desorientadas y algo descarriadas
nubes, cual dispersos vellones de lana al albur del viento, que no se enteran
de que hoy toca sol a raudales; ni en mi propia persona, ni en la de los
matutinos, que creo vamos algo por libre, sin ir sin ton ni son donde va
Vicente ni el resto de la gente, caminos ya muy trillados por otros, tratando
de buscar el nuestro propio. Día de primavera canónica, si es que tal cosa
puede ser, bueno, día de primavera anhelada, con 21ºC esperados de máxima por
los madriles.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo una de animación, no de las que se estilan últimamente, las de ordenador,
sino de las que utilizan la ancestral técnica del stop motion con muñecos de
plastilina, aunque con algunos añadidos digitales. Se trató de "La
oveja Shaun: La película" ("Shaun the sheep: The
movie"), de Richard Starzak y Mark Burton, de la que ya existía una serie
de televisión sobre ella. Está hecha por el británico estudio de animación
Aardman, especializados en esta técnica. Aparte de algunos cortos de Wallace y
Groomit, había visto con anterioridad otros tres largos de la factoría Aardman:
"¡Piratas!" ("The pirates! Band of misfits",
2012), "Wallace y Gromit: La maldición de las verduras"
("Wallace y Gromit: the curse of were-rabbit", 2005), y "Chicken run: Evasión en la granja" ("Chicken
run", 2000).
Shaun es una peculiar oveja
que desde que nació vive felizmente en una granja junto a su amigo de la
infancia (el perro guardián), su amable granjero, y el resto de ovejas de su
rebaño. Aburrida de la rutinaria vida campestre a la que les obliga el
granjero, decide tener un día de ocio yéndose a la ciudad, para lo que hacen
dormir al granjero fuera de hora, forzándole a contar ovejas, como no, ellas
mismas. Pero las cosas empiezan a torcerse y todos acaban en la peligrosa gran
ciudad, donde nada es tan divertido como esperaba, y donde vivirán disparatadas
aventuras. Así que la lista oveja Shaun se las tendrá que apañar para que todos
regresen sanos y salvos a la granja.
Una divertidísima y
estupenda película (nota: 8), con acción, emoción, y que
da algo que pensar; en la que los animales no hablan como las personas, ni
éstas tampoco, por supuesto, y ni falta que hace para que se comuniquen entre
ellos. Está cuajada de referencias cinéfilas por doquier, incluidas
autorreferencias, como por ejemplo a "Chicken run"; y también está impregnada de la atónita
mirada sobre ciertos absurdos de la vida al estilo de los films de Jacques
Tati. Apta para niños de cualquier edad y, lo que es mejor, para adultos, de
cero a cien, también, para que todos, juntos y revueltos, disfruten con ella.
Os la recomiendo.
Ahora algo de sabiduría
ajena, que seguro nos ayuda a salir de eventuales adocenamientos en los que
podamos incurrir:
- "La hormiga es sabia, pero no lo
suficiente como para tomarse unas vacaciones". (Clarence Day).
- "La amistad es animal de compañía, no
de rebaño". (Plutarco).
- "Ovejas bobas, por do va una, van
todas". (Refrán).
- "Vuelve la espalda a los que halagan tu
vanidad, especulan con tu buena fe y te condenan a ser siempre rebaño, sin
decírtelo, para ser ellos pastores".
(Constancio C. Vigil).
Besos y abrazos,
Don.
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