viernes, 10 de abril de 2015

Convencido (y convicto) de perpetrar estos matutinos

¡Buenos días!

Estoy seguro de que hago estos matutinos porque quiero, una absoluta bendición con la que gozo sobremanera cada vez que me encadeno voluntariamente a ellos para escribirlos, dejando volar libremente mi imaginación al albur de los films que suelo ver. Desde ayer estamos de lluvias primaverales, y hace fresco, pero no me encierro tras cuatro paredes, y salgo a disfrutar de la voluptuosa explosión primaveral a la primera oportunidad que tengo, y con la máxima serenidad posible, sin alteraciones desmedidas, deleitándome con cada pequeño detalle.

Antes de ayer por la noche estuve en el cine viendo "Convicto" ("Starred up"), de David Mackenzie, y con Jack O'Connell, Ben Mendelsohn, Rupert Friend, y Sam Spruell. Es el primer largo que veo de este director escocés.

Un joven de 19 años, iracundo y pendenciero, huérfano de madre y abandonado por su padre, que ha estado viviendo casi toda su infancia en hogares de acogida, es trasladado dos años antes de lo normal, debido a su comportamiento extremadamente violento, desde el reformatorio en el que se encontraba hasta una cárcel para adultos. Allí deberá luchar para sobrevivir haciendo frente a todos, funcionarios carcelarios y demás presos, incluido su propio padre, condenado allí mismo a cadena perpetua desde hace más de 10 años, quien a su muy particular y violento modo tratará de cuidarle. Por otra parte, y no sin grandes dificultades, un psicoterapeuta tratará de reconducirle para la reinserción.

Una buen film (nota: 6) este drama carcelario, y también drama paterno-filial de edípicas reminiscencias, agobiante, tenso, crudo, sangriento, muy violento, de violencia tanto explícita como latente, hiperrealista y desolador, que parece poner en solfa el sistema penitenciario británico, abocado al absoluto fracaso por su no apuesta por la reinserción, sino sólo por el represivo castigo (ya sabéis, la disciplina inglesa); y también esa educación paterna sólo basada en el ordeno y mando, a gritos y golpes, sin la más leve concesión a lo emocional (más látigo británico)... crasos errores ambos.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero nos convenza libremente y ayude a desatar nuestras mentes:

 - "El cerebro humano es como si fuese una máquina de acuñar moneda; si en vez de oro echas en ella cualquier metal impuro o escoria, no conseguirás jamás una moneda de ley aunque la máquina funcione con perfección".  (Santiago Ramón y Cajal).

 - "Una sociedad que aísla a sus jóvenes, corta sus amarras: está condenada a desangrarse".  (Kofi Annan).

 - "La gente habla de la mayoría de edad. Eso no existe. Cuando uno tiene un hijo, está condenado a ser padre durante toda la vida. Son los hijos los que se apartan de uno. Pero los padres no podemos apartarnos de ellos".  (Graham Greene).

 - "Dos excesos deben evitarse en la educación de la juventud; demasiada severidad, y demasiada dulzura".  (Platón).

 - "Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres".  (Pitágoras de Samos).

Besos y abrazos,

Don.
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