¡Buenos días!
Estoy seguro de que hago
estos matutinos porque quiero, una absoluta bendición con la que gozo
sobremanera cada vez que me encadeno voluntariamente a ellos para escribirlos,
dejando volar libremente mi imaginación al albur de los films que suelo ver.
Desde ayer estamos de lluvias primaverales, y hace fresco, pero no me encierro
tras cuatro paredes, y salgo a disfrutar de la voluptuosa explosión primaveral
a la primera oportunidad que tengo, y con la máxima serenidad posible, sin
alteraciones desmedidas, deleitándome con cada pequeño detalle.
Antes de ayer por la noche
estuve en el cine viendo "Convicto"
("Starred up"), de David Mackenzie, y con Jack O'Connell, Ben
Mendelsohn, Rupert Friend, y Sam Spruell. Es el primer largo que veo de este
director escocés.
Un joven de 19 años,
iracundo y pendenciero, huérfano de madre y abandonado por su padre, que ha
estado viviendo casi toda su infancia en hogares de acogida, es trasladado dos
años antes de lo normal, debido a su comportamiento extremadamente violento,
desde el reformatorio en el que se encontraba hasta una cárcel para adultos.
Allí deberá luchar para sobrevivir haciendo frente a todos, funcionarios
carcelarios y demás presos, incluido su propio padre, condenado allí mismo a
cadena perpetua desde hace más de 10 años, quien a su muy particular y violento
modo tratará de cuidarle. Por otra parte, y no sin grandes dificultades, un
psicoterapeuta tratará de reconducirle para la reinserción.
Una buen film (nota:
6) este drama carcelario, y también drama paterno-filial de
edípicas reminiscencias, agobiante, tenso, crudo, sangriento, muy violento, de
violencia tanto explícita como latente, hiperrealista y desolador, que parece
poner en solfa el sistema penitenciario británico, abocado al absoluto fracaso
por su no apuesta por la reinserción, sino sólo por el represivo castigo (ya
sabéis, la disciplina inglesa); y también esa educación paterna sólo basada en
el ordeno y mando, a gritos y golpes, sin la más leve concesión a lo emocional
(más látigo británico)... crasos errores ambos.
Ahora algo de sabiduría
ajena, que espero nos convenza libremente y ayude a desatar nuestras mentes:
- "El cerebro humano es como si fuese una
máquina de acuñar moneda; si en vez de oro echas en ella cualquier metal impuro
o escoria, no conseguirás jamás una moneda de ley aunque la máquina funcione
con perfección". (Santiago Ramón y
Cajal).
- "Una sociedad que aísla a sus jóvenes,
corta sus amarras: está condenada a desangrarse". (Kofi Annan).
- "La gente habla de la mayoría de edad.
Eso no existe. Cuando uno tiene un hijo, está condenado a ser padre durante
toda la vida. Son los hijos los que se apartan de uno. Pero los padres no
podemos apartarnos de ellos".
(Graham Greene).
- "Dos excesos deben evitarse en la
educación de la juventud; demasiada severidad, y demasiada dulzura". (Platón).
- "Educad a los niños y no será necesario
castigar a los hombres". (Pitágoras
de Samos).
Besos y abrazos,
Don.
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