martes, 28 de abril de 2015

Panda matutina

¡Buenos días!

Otra mañana más que paso con mis coleguitas matutinas, mis hadas y ninfas, que disfrutan de la vida tanto como pueden, y como yo mismo hago en cuanto se presenta la ocasión, bebiéndomela a tragos o a sorbitos, según se tercie. Otro día de fresquita primavera, con máxima prevista para hoy en los madriles de 19ºC, y ya sin atisbos de pasadas lluvias, aunque queden por ahí rondando pequeñas pandillas de nubes, nada pendencieras, pues amagan más que otra cosa.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Girlhood" ("Bande de filles"), de Céline Sciamma, y con Karidja Touré (guapísima), Assa Sylla, Lindsay Karamoh, y Mariétou Touré. Curioso esto de los títulos que a veces ponen por estos lares a las películas foráneas. En este caso, ni mantienen el original francés, ni se descuelgan con una traducción más o menos literal al español, o que nada tenga que ver... ¡lo ponen en inglés, sin mucha relación, y se quedan tan panchos! Es el tercer largo de esta directora francesa, de quien había visto su anterior, "Tomboy" (2011).

Una adolescente de los suburbios de París, hija de inmigrantes subsaharianos, que vive con madre, casi siempre ausente por su mísero trabajo, hermanas y hermano, se siente agobiada y oprimida por su familia, por los chicos del barrio, incluido su agresivo hermano mayor, y por su nada estimulante futuro educativo. Un día conoce a un grupo de chicas rebeldes y algo pendencieras que se interesan por ella y la acogen en su banda, deja los estudios, y cambia de modo de vida en busca de su libertad.

Una buena película (nota: 6), de buena factura, fotografía y banda sonora, con la que sin embargo no llegué, salvo momentos sueltos, a conectar del todo. Con crudo y delicado realismo, se nos presenta este retrato íntimo de una adolescente, de su iniciación y aprendizaje vitales, de maduración, de buscar un lugar en el mundo, de encontrarse a sí misma a través de un grupo de "correligionarias" que viven al margen de las normas sociales, bordeándolas siempre, anhelando una vida mejor, todo desde un punto de vista femenino, pues vemos a chicas adolescentes actuando como chicos, emulando sus comportamientos, fuertes y perdidas a la vez, dando bandazos y tumbos por la vida, que no saben muy bien lo que quieren pero que tienen muy claro lo que no. También nos habla de exclusión social, en sus facetas racial, cultural, económica, o sexual -o de género, que ahora se dice-.

En cierto modo es similar a otra que vi hace unos meses, también francesa, "Foxfire, confesiones de una banda de chicas" ("Foxfire, confessions of a girl gang", 2012) de Laurent Cantet. También dicen que es la versión femenina de "El odio" ("La haine", 1995) de Mathieu Kassovitz, que no he visto pero tengo pendiente de ver.

Bueno, pues antes de volver de parranda con mis hadas y ninfas, ahí os dejo un par de frases de sabiduría ajena, que no sé si harán panda entre ellas:

 - "Ningún grupo puede actuar con eficacia si falta el concierto; ningún grupo puede actuar en concierto si falta la confianza; ningún grupo puede actuar con confianza si no se halla ligado por opiniones comunes, afectos comunes, intereses comunes".  (Edmund Burke).

 - "En la vida no se trata de encontrarse a uno mismo, sino de crearse a uno mismo".  (George Bernard Shaw).

Besos y abrazos,

Don.
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