jueves, 23 de abril de 2015

El amoroso tictac matutino

¡Buenos días!

Acompasado por los ritmos matutinos vuelvo puntualmente otra mañana más con ellos, que siempre me reciben con cariño, y los quiero. El vaivén pendular de la primavera, tan oscilante y voluble como siempre, hoy nos trae sol tras los amagos de efímeras y apenas perceptibles lloviznas de ayer y antes de ayer, levemente velado por unas nubes casi de gasa que parecen acariciarlo mimosamente, y se deja querer. La máxima prevista para hoy por los madriles es de 22ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación, "La mecánica del corazón" ("Jack et la mécanique du coeur", o "Jack and the cuckoo clock heart"), de Stéphane Berla, y Mathias Malzieu, basada en el cuento homónimo de éste último, todo un best-seller. Lo del doble título original es debido a que aunque este film es una producción franco-belga, y su lenguaje original intuyo que es el francés, sin embargo en el cine en el que la vi la pasaron en versión inglesa (con subtítulos en español al menos), no sé muy bien porqué, si por error del cine o porque la distribuidora se equivocó con las copias. Es más, en la ficha de la película que dan en esos cines que sólo emiten films en versión original, los actores dobladores que figuran son franceses, como por ejemplo, el propio director-escritor (también músico), Jean Rochefort, etc.... ???

Edimburgo a finales del s.XIX. En el día más frío que se recuerda desde siempre, a un caserón a las afueras llega una madre sola a punto de dar a luz. Nace un niño con el corazón congelado, y la madre allí lo deja al cargo de la dueña de la casa, que será su madre adoptiva, que fabrica ingeniosos cachivaches, y que decide quitarle el corazón inservible y sustituírselo por un reloj de cuco para que pueda seguir viviendo, para lo cual el muchacho deberá seguir las siguientes reglas: darle cuerda cada día, no tocar las manecillas, controlar sus enfados, y sobre todo, nunca enamorarse, so pena de estropear el reloj y morir enseguida. Cuando cumple diez años, en su primera visita a la ciudad, se enamora de una pequeña cantante ambulante, una andaluza que estará a punto de quebrar su frágil corazón. A pesar de sus esfuerzos, ya no vuelve a verla en varios años. Cuando cumpla catorce, descubrirá que ella está en Granada, y allá se encaminará, cual Quijote en pos de su amada Dulcinea, encontrándose a su paso por París con Georges Méliès, el pionero del cine, con quien viajará hasta Granada y que le ayudará en su sueño de estar con ella, su anhelado amor.

Una muy buena película (nota: 7), que me encantó y os recomiendo, a pesar de algunos pocos momentos desacompasados. Cuento fantástico de atmósfera gótica al estilo Tim Burton y mucho surrealismo. Una historia de amor trágico, de maneras poéticas, bastante metafórica, sobre las rosas y espinas del amor, sobre la belleza y aceptación de lo diferente, punteada de canciones, sensible y de sublime romanticismo. Una historia tanto para niños rayanos en la adolescencia y más allá, como para adultos, que por tanto os recomiendo. Además, por eso de los relojes y Georges Méliès, me recordó tangencialmente a "La invención de Hugo" ("Hugo", 2011), de Martin Scorsese.

Ahora, ya es tiempo de sabiduría ajena, no perdamos un segundo de disfrutar de ella:

 - "A donde el corazón se inclina, el pie camina".  (Refrán).

 - "El amor es una deliciosa flor; pero es preciso tener el valor de ir a cogerla al borde mismo de un horrible precipicio".  (Stendhal).

 - "El amor no prospera en corazones que se amedrentan de las sombras".  (William Shakespeare).

 - "Tenía oído que algunos decían que el amor era todo regocijo, alegría y contento, mas, aquella noche, sentada en la playa, hubiera querido yo tener ante mí a aquellos sabios parlanchines para hacerles sentir con el filo de mi espada el regocijo, la alegría y el contento que ocasionaba el terrible dolor del amor. Era peor que una enfermedad, me decía atormentada, peor que una llaga corrompida. Era como beber ponzoña y tragar agujas. ¡Y todo por aquel rufián maleador cuyos rubios cabellos sólo podían tener competencia con los del sol!".  (Matilde Asensi).

 - "Un leve estremecimiento recorría su cuerpo no bien pensaba en la posibilidad del amor, no bien se imaginaba a sí misma recorriendo de nuevo aquellos edenes cuyos preciosos y perfumados árboles escondían tantas espinas".  (Terenci Moix).

 - "Todo en amor es triste; mas triste y todo, es lo mejor que existe".  (Ramón de Campoamor).

 - "Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estás triste, porque nunca sabes quien podrá enamorarse de tu sonrisa".  (Gabriel Gª Márquez).

 - "Uno no se muere de amor. Uno se muere porque un amor, cualquier amor, nos revela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada".  (Cesare Pavese).

 - "Los que padecéis porque amáis, amad más todavía. ¡Morir de amor es vivir!".  (Víctor Hugo).

 - "El reloj no marca nunca las horas para los dichosos".  (Friedrich von Schiller).

 - "El tiempo es lento para los que aguardan,
largo para los que están tristes,
breve para los que gozan,
mas para los que aman,
el tiempo no existe".  ("A los que aman", de Isabel Coixet).

Besos y abrazos,

Don.
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