viernes, 26 de septiembre de 2014

No sólo de alpiste viven estos matutinos, ni sufren pájaras

¡Buenos días!

Bien alimentados por las ideas que me sugieren los films que voy a ver, no desfallecen ante nada, y continúan su devenir cada mañana pase lo que pase. Y como tampoco de lluvias únicamente vive el otoño, hoy tenemos un solete la mar de majete, y trinos pajareros por entre los árboles, con dulces temperaturas que como máximo llegarán a los 24ºC, según pronostican los meteorólogos, pero no os vengáis abajo los entusiastas del agua caída del cielo, que para mañana vuelven las lluvias, que en esta estación suele ser la norma, más cuanto más al noroeste nos encontremos.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El chico que comía comida de pájaro (Boy eating the bird's food)" ("To agori troei to fagito tou pouliou"), de Ektoras Lygizos, y con Yiannis Papadopoulos. Ópera prima de este director griego, que está inspirada en la novela "El hambre", del escritor noruego Knut Hamsun.

Un joven cantante de ópera, desempleado y que anhela triunfar en la música, vive totalmente aislado en Atenas durante la actual y terrible crisis económica griega, tratando de buscarse la vida con casi nulo éxito, viendo la vida pasar sin tener apenas nada que comer, alimentándose del alpiste de su canario y del azúcar que escamotea a su anciano vecino. Deambula sin ton ni son por la ciudad, mientras el desahucio le sobrevuela, desencadenándose totalmente su miseria cuando le corten el agua corriente, anticipo de su efectivo desalojo.

Fui a verla porque me llamó su original título y su argumento me prometía. Sin embargo, esta película de, podríamos decir, metafórico realismo social, no me dijo nada, me dejó bastante alicaído, y me aburrió casi soberanamente. No entendí muy bien que quería contarnos, aunque me pareció que era una muy rebuscada alegoría explicativa de la "acro-monumental" crisis griega, cuya economía parece tan derruida como su famosísimo Partenón. Por momentos, más bien creí que fue una paja mental del director; y en uno en concreto, además, lo fue explícitamente de una carnal del actor protagonista, a quien en la mayor parte de las escenas se le sigue con la cámara pegada a su cogote, quedando desenfocado todo su entorno al frente.

Ahora algo de sabiduría ajena, algo de alpiste para nuestro ánimo, para que le ayude a sobrellevar, cuando no a superar, los avatares de la vida:

 - "Utiliza en la vida los talentos que poseas: el bosque estaría muy silencioso si sólo cantasen los pájaros que mejor cantan".  (Henry van Dyke).

 - "Para conseguir el éxito, mantenga un aspecto bronceado, viva en un edificio elegante aunque sea en el sótano, déjese ver en los restaurantes de moda aunque tan sólo tome una copa y, si pide prestado, pida bastante".  (Aristóteles Onassis).

 - "Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado".  (Benjamín Franklin).

 - "Quien comió hasta enfermar, que ayune hasta sanar".  (Refrán).

 - "Cuando el carro se ha roto, muchos os dirán por dónde no se debía pasar".  (Proverbio turco).

 - "Un hombre solamente tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse".  (Gabriel García Márquez).

 - "El hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que lo sostiene".  (Blaise Pascal).

Besos y abrazos,

Don.
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