lunes, 22 de septiembre de 2014

Matutina seducción a lo grande

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que me dejo seducir por la inmensa grandeza de estos matutinos, que me tienen sorbidito el seso, y el corazón, sin necesidad de grandes esfuerzos cameladores, que con su sincera naturalidad les basta, como así sucede también con sus adorables hadas y ninfas, que no cesan de embelesarme. También el otoño trata de hacernos ir a él, pues aunque es mañana cuando llega oficialmente con su equinoccio, ya hoy nos llama con su señuelo de grises lluvias que todo lo empapan y que dificultan ver su anzuelo que nos enganchará durante los próximos tres meses ... al menos, que su melancolía tal vez perdure más allá.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La gran seducción" ("The grand seduction"), de Don McKellar, y con Brendan Gleeson, y Taylor Kitsch. Es el primer largo que veo de este director canadiense. Es un remake anglófono de otro film canadiense francófono de hace diez años: "La gran seducción" ("La grande séduction", 2003) de Jean-François Pouliot.

En un pequeño pueblo pesquero de la costa de Terranova (Canadá) hace ya años que la pesca desapareció, malviviendo con los subsidios gubernamentales sus mermados habitantes, apáticos y hastiados, que van huyendo poco a poco a la ciudad para buscarse una vida mejor, incluido el alcalde. Uno de sus vecinos toma el timón de la situación para tratar de recuperar la ilusión en el pueblo, intentando por todos los medios que una importante petroquímica instale una factoría en su término municipal. Pero para conseguirlo necesitan que se asiente un médico de cabecera. Aunque llevan años solicitándolo nadie quiere ir a tan remoto lugar. La suerte les llueve por azar, pues un joven cirujano plástico es condenado a trabajos sociales durante un mes, y lo envían a su pueblo. Liderados por el nuevo alcalde, todos se afanarán por hacerle la vida lo más fácil posible, tratando de seducirle para lograr que se "case con ellos", bailándole el agua.

Una buena película en general esta comedia costumbrista con la que me eché unas muy buenas risas y pasé un rato la mar de entretenido. Sin embargo, este remake casi gemelo del original me desmereció algo por los pequeños cambios introducidos -pequeña empresa manufacturera por gran empresa petroquímica, cosa que me chirriaba por sus segundas lecturas que creo pervertían su espíritu original, y demás detallitos-. Para demás comentarios os remito al matutino que escribí en su día, hace diez años, sobre la original versión francófona de la historia. No suelo ver remakes de casi nada, y mucho menos si he visto el original, salvo contadísimas excepciones, pero el caso es que acudí al cine sin apenas información previa (lo cual muchas veces es bueno), y me encontré con que me sonaba la historia, y al poco de haber comenzado caí que ya la había visto.

Ahora espero seduciros intelectualmente con estas citas de sabiduría ajena:

 - "Seducimos valiéndonos de mentiras y pretendemos ser amados por nosotros mismos".  (Paul Géraldy).

 - "No reside el arte en seducir a una muchacha, sino encontrar a una digna de ser seducida".  (Kierkegaard).

 - "Asistí, como si fuese un espectador de mí mismo, a la lucha inútil que emprendió mi corazón por no dejarme seducir por una mujer que no pertenecía a mi mundo. Aplaudí cuando la razón perdió la batalla y la única alternativa que me quedó fue entregarme, aceptar que estaba enamorado".  (Paulo Coelho).

Besos y abrazos,

Don.
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