¡Buenos días!
Otra mañana más en la que me
dejo seducir por la inmensa grandeza de estos matutinos, que me tienen
sorbidito el seso, y el corazón, sin necesidad de grandes esfuerzos
cameladores, que con su sincera naturalidad les basta, como así sucede también
con sus adorables hadas y ninfas, que no cesan de embelesarme. También el otoño
trata de hacernos ir a él, pues aunque es mañana cuando llega oficialmente con
su equinoccio, ya hoy nos llama con su señuelo de grises lluvias que todo lo
empapan y que dificultan ver su anzuelo que nos enganchará durante los próximos
tres meses ... al menos, que su melancolía tal vez perdure más allá.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo "La gran seducción" ("The
grand seduction"), de Don McKellar, y con Brendan Gleeson, y Taylor
Kitsch. Es el primer largo que veo de este director canadiense. Es un remake
anglófono de otro film canadiense francófono de hace diez años: "La gran seducción" ("La grande séduction", 2003) de Jean-François
Pouliot.
En un pequeño pueblo
pesquero de la costa de Terranova (Canadá) hace ya años que la pesca
desapareció, malviviendo con los subsidios gubernamentales sus mermados
habitantes, apáticos y hastiados, que van huyendo poco a poco a la ciudad para
buscarse una vida mejor, incluido el alcalde. Uno de sus vecinos toma el timón
de la situación para tratar de recuperar la ilusión en el pueblo, intentando
por todos los medios que una importante petroquímica instale una factoría en su
término municipal. Pero para conseguirlo necesitan que se asiente un médico de
cabecera. Aunque llevan años solicitándolo nadie quiere ir a tan remoto lugar.
La suerte les llueve por azar, pues un joven cirujano plástico es condenado a
trabajos sociales durante un mes, y lo envían a su pueblo. Liderados por el
nuevo alcalde, todos se afanarán por hacerle la vida lo más fácil posible,
tratando de seducirle para lograr que se "case con ellos", bailándole
el agua.
Una buena película en
general esta comedia costumbrista con la que me eché unas muy buenas risas y
pasé un rato la mar de entretenido. Sin embargo, este remake casi gemelo del
original me desmereció algo por los pequeños cambios introducidos -pequeña
empresa manufacturera por gran empresa petroquímica, cosa que me chirriaba por
sus segundas lecturas que creo pervertían su espíritu original, y demás
detallitos-. Para demás comentarios os remito al matutino que escribí en su
día, hace diez años, sobre la original versión francófona de la historia. No suelo ver remakes de casi nada, y mucho menos si he visto el
original, salvo contadísimas excepciones, pero el caso es que acudí al cine sin
apenas información previa (lo cual muchas veces es bueno), y me encontré con
que me sonaba la historia, y al poco de haber comenzado caí que ya la había
visto.
Ahora espero seduciros
intelectualmente con estas citas de sabiduría ajena:
- "Seducimos valiéndonos de mentiras y
pretendemos ser amados por nosotros mismos". (Paul Géraldy).
- "No reside el arte en seducir a una
muchacha, sino encontrar a una digna de ser seducida". (Kierkegaard).
- "Asistí, como si fuese un espectador de
mí mismo, a la lucha inútil que emprendió mi corazón por no dejarme seducir por
una mujer que no pertenecía a mi mundo. Aplaudí cuando la razón perdió la
batalla y la única alternativa que me quedó fue entregarme, aceptar que estaba
enamorado". (Paulo Coelho).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario