¡Buenos días!
Otra mañanita más en la que
habito estos matutinos, y en los que desvarío de las cosas más peregrinas según
el ritmo que me marcan los films que suelo ver, bailando también al son que me
marcan mis hadas y ninfas, dejándome llevar por su extrema dulzura doquiera que
deseen. Y aunque sigue haciendo calor en este cada vez más finiquitado verano
(máxima prevista para hoy de 30ºC), ya no es ni la sombra de lo que fue, cuando
nos hacía delirar debido a la evaporación de nuestras neuronas.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Ciudad Delirio", de Chus
Gutiérrez, y con Julián Villagrán, Carolina Ramírez, Íngrid Rubio, y Jorge
Herrera. Es el octavo largo de esta directora española (y también actriz y
guionista), de quien había visto sus tres últimos: "Retorno a Hansala" (2008),
"El Calentito" (2005),
y "Poniente" (2002).
Un médico español, bastante
tímido, asiste en Cali (Colombia) a un congreso internacional de medicina. En
una noche de fiesta conocerá por casualidad a una guapa joven, bailarina y
dueña de una escuela de salsa en un barrio humilde, que tiene el sueño de
llegar a actuar con sus alumnos en el mejor espectáculo del ramo, llamado
"Ciudad Delirio", para lo que se preparan con determinación. Cuando
él regrese a Madrid, tomará conciencia de su desilusión vital, pues su trabajo
no le gusta, ni se encuentra cómodo con su pareja, así que, animado por su
mejor amiga, que trabaja como médico de atención primaria en Cali, decide
volver allí para trabajar con ella una temporada y con la esperanza de volver a
encontrar su ilusión por la vida y a aquella joven con la que bailó y disfrutó.
Film con típica y tópica
historia de amor, con sus encuentros y desencuentros, y que, como no puede ser
de otro modo, acabará en romance; todo con el trasfondo del mundo de los
bailarines de salsa. Como me pasó con la de ayer, también musical, me dejó ni
fu ni fa, salvando poco más que la buena música de ritmos latinos que sonaba:
de salsas, cumbias, chachachás, boleros ...
Ahora algo de sabiduría
ajena, que seguro nos aporta algo de cordura, sin dejar del todo de lado algo
de necesario e ilusionante delirio en nuestras anodinas vidas, y para no bailar
al son que nos toquen:
- "Al llegar a cada nueva ciudad el
viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: la extrañeza de lo
que no eres o no posees más te espera al paso en los lugares extraños y no
poseídos". (Italo Calvino).
- "Quien no sabe bailar dice que los
tambores no valen para nada".
(Proverbio ganés).
- "El mundo es un fandango y habrá que
bailarlo". (refrán).
- "No te enamores de noche y bailando,
enamórate de día y trabajando".
(refrán).
- "Baile, mujeres, naipes y vino, al más
inteligente quitan el tino".
(refrán).
- "Sé loco cuando la ocasión te lo
reclame". (Catón).
- "De vez en cuando camina hacia atrás
por los senderos de los deseos. Monta la vida a pelo y disfruta el viento en la
cara de lo imprevisto". (Juan José
Benítez).
Besos y abrazos,
Don.
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