¡Buenos días!
No sé si fijo o variable,
corto o largo, así que indefinido, supongo, dejándome llevar por lo que suceda
a cada momento, luchando porque pervivan todo lo posible y más allá. Desde
luego, quien sí que tiene plazo fijo de terminación, y bastante corto, es este
verano que en cinco días se nos despedirá cuando pase a través del equinoccio
otoñal, al menos de calendario, ya veremos si sigue un poco más por estos lares
con sus meteoros.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Les doy un año" ("I give it
a year"), de Dan Mazer, y con Rose Byrne, Rafe Spall, Anna Faris, Simon
Baker, Stephen Merchant y Olivia Colman. Es el debut en el largo como director
de este también productor y guionista, que coescribió y produjo los films de
Sacha Baron Cohen.
Un par de jóvenes se
conocen, se enamoran y en lo que duran los títulos de crédito iniciales del
film, literalmente (elipsis de poco más de seis meses), se han casado. Nadie,
ni familiares ni amigos, ni siquiera el cura que los casa, da un duro por la
durabilidad de su matrimonio, tal vez un mes, como mucho un año, pues no pegan
ni con cola. Tampoco ayuda el que anden rondándoles una ex novia de él y un muy
atractivo y seductor cliente de la empresa en que trabaja ella que no para de
tirarle los tejos. Nueve meses después de la boda, tras continuas dificultades
de convivencia, se plantean dejarlo, pero ninguno quiere ser el primero por
evitar herir al otro. Así que, por consejo de una muy peculiar asesora
matrimonial, se marcan el objetivo de aguantar la relación hasta su primer
aniversario.
Una comedia romántica algo
pervertida, por sus momentos que remarcaban lo políticamente incorrecto y de
humor gamberro, y por algo puesta del revés, en cierto modo como hacía
"Shrek" (2001) al voltear los cuentos de hadas, pero así como ésta es una maravilla, la
glosada hoy me tuvo entre un sí pero no y un no pero a ratos sí, en los que me
hizo reír de verdad, y en otros me dejó perplejo, pensando que podría haber
sido una corrosiva y atinada película, que no llegó a ser, a pesar de su mirada
algo vitriólica sobre la cotidiana convivencia marital de los recién casados (y
de los veteranos de refilón), y con bastantes momentos antirrománticos y
antilujuria principalmente llevados por parte del marido y su amigo. Sin
embargo tiene un final algo esperanzador, que el amor puede volver a
ilusionarnos tras dejar atrás un desastre de matrimonio.
Ahora, en un pispás, ahí os
pongo unas citas de sabiduría ajena:
- "No hay plazo que no llegue, ni deuda
que no se pague". (Refrán).
- "No hay ganancia que perdure si no se
emplea en conservarla el mismo esfuerzo que se hizo para obtenerla". (Luc de Clapiers).
- "El secreto de un matrimonio feliz es
perdonarse mutuamente el haberse casado".
(Sacha Guitry).
- "Si alguno os quiere robar la esposa,
la mejor forma de vengaros de él es dejar que se la lleve". (Sacha Guitry).
Besos y abrazos,
Don.
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