¡Buenos días!
Hace muy pocas horas, a eso de las 06:14, pasamos circunstancialmente por el equinoccio; y fue de un modo incidental puesto que ya llevábamos de serena primavera bastantes días del astronómico invierno, pero este hecho puntual y sin importancia parece que ha alterado a la habitualmente alocada primavera, haciéndole brotar unas nubes en el cielo y refrescando (máxima de 14ºC prevista para hoy) y limpiando el ambiente a base de juguetones resoplidos que zarandean hasta a los más dormidos, esperemos que promesa de revitalizantes pasiones aún por llegar.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Las malas hierbas" ("Les herbes folles"), de Alain Resnais, basado en la novela "L'incident" de Christian Gailly, y con Sabine Azéma y André Dussolier. De este ya casi nonagenario director, una de las figuras de la "nouvelle vague", es el primer film que veo.
Arrancamos de un hecho casual: a una madura mujer le roban su bolso a la salida de una tienda. Poco después otro hombre de más o menos la misma edad, casado y con hijos, encuentra su cartera tirada en un parking público. Viendo la documentación imagina como puede ser esa mujer. Tras dudar, decide llevarla a la policía. La mujer, al ir a recogerla, siente la curiosidad de saber quien ha sido el buen samaritano y decide llamarle para agradecerle el acto. Él quiere un encuentro personal, ella se niega, él se frustra y decepciona pero, obstinado, toma la decisión de ir a buscarla.
Una película extraña, rara, rara; sobre extraños comportamientos provocados por azarosas pulsiones que exacerban nuestros alocados deseos y nos nublan las entendederas; sobre lo que imaginamos y esperamos del otro, aunque prácticamente nunca cuadre con lo que realmente es; sobre esas malas hierbas que molestan por crecer donde no se las espera, pero a las que se acaba queriendo por su tenacidad, a pesar de no querer reconocerlo.
Tiene cierto punto de innovación formal, más destacable por la edad del director, con un montaje y fotografía excelentes; pero la historia alternó momentos de extrema lucidez con otros, los más, en los que el discurso me desbarraba sobremanera, como si chocheara su creador, aunque más bien creo que se debió de fumar alguna mala hierba (o demasiado buena) mientras la escribía y dirigía.
Ahora algo de sabiduría ajena que nos ayude a que broten, donde quiera que sea, todas esas buenas semillas que llevamos dentro:
- "En todo lo que nos rodea y en todo lo que nos mueve debemos advertir que interviene en algo la casualidad". (Anatole France).
- "La casualidad nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiere ocurrido pedir". (Alphonse de Lamartine).
- "El yerro es un hecho bastante común entre los seres humanos; cuando se ha cometido un fallo, el sabio procura reparar el daño que ha realizado y no se mantiene inmutable. La obstinación en el error engendra todo tipo de males". (Sófocles).
- "Más vale buena esperanza que ruin posesión". (refrán).
- "La misma esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia". (John Ruskin).
- "El amor es una hierba espontánea; no una planta de jardín". (Ippolito Nievo).
Besos y abrazos,
Don.
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