viernes, 1 de abril de 2011

Matutino de encanto y bondad

¡Buenos días!

Parece que la encantadora primavera de bondadosa suavidad climática ya está aquí, con sol radiante y agradables temperaturas rozando los 25ºC de máxima, que hacen que todo parezca más atractivo de lo que ya de por sí es. Mis encantadoras hadas y ninfas, tan buenas como siempre, parecen atraídas por mi admiración (mutuo sentimiento) y revolotean por doquiera que voy.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una película que desde ya os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver, si no tenéis prejuicios sobre cierto tipo de cine pausado; un drama romántico, un triángulo amoroso, visto ya otras veces, pero contado de un modo tan íntimo, sutil, delicado, y real, que me cautivó.

Se trató de "Mademoiselle Chambon", de Stéphane Brizé, y con Vincent Lindon, Sandrine Kiberlain, y Aure Atika. De este director había visto otro de sus films, estupendísimo film también muy recomendable y que me encantó, "No estoy hecho para ser amado" ("Je ne suis pas là pour être aimé", 2005), y cuyo matutino podéis ver pinchando aquí.

Un sencillo albañil, buen hijo, buen padre y buen marido, de vida felizmente rutinaria, conoce por casualidad a la maestra de su hijo, la señorita Chambon, una encantadora y elegante mujer. Instantáneamente se sienten atraídos, pero contienen sus emociones y apenas transpira la tensión amorosa, pero se intuye. A partir de ese momento, él estará en la eterna duda de si dar un aventurero giro a su vida o no embarcarse en una locura que quizás lamente.

Una maravilla de película con un espléndido arranque descriptivo de la familia de él. Un prodigio de sensibilidad cuajado de parcos diálogos ... silencios y miradas que dicen mucho más que lo que se hablan. Todo impregnado de una melancolía propia de muchos boleros, como ese portento de Armando Manzanero que admiro: "Esta tarde vi llover, vi gente correr, y no estabas tú ...".

No os perdáis la canción que cierra la película, entre la última escena en la estación de tren y los títulos de crédito, que sin ser bolero lo parece, pues tiene su alma, y que me hizo recorrer por la nuca un suave cosquilleo de placer ... atención a la letra, pura melancólica esperanza. Además, toda la película, junto con el epílogo de la canción, me evocaron el anterior bolero, la canción "Penélope" de Joan Manuel Serrat, y las magistrales "Calle Mayor" de Juan Antonio Bardem, "Los puentes de Madison" de Clint Eastwood, y "Deseando amar" ("In the mood for love"), de Wong Kar Wai.

Ahora, estoy encantado de atraeros hacia la buena sabiduría ajena:

 - "Ese amor que nace súbitamente y sin explicación alguna es el más difícil de extinguir".  (Jean de la Bruyère).

 - "Una mujer llega a la convicción de que es amada más por lo que adivina que por lo que le dicen".  (Ninon de Lenclos).

 - "En las venturas de amor dice más el que calla".  (Calderón de la Barca).

 - "Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada".  (Giovanni Boccaccio).

 - "Querer es tener el valor de exponerse a inconvenientes; exponerse así es tentar al acaso y es jugar". (Stendhal).

 - "Todo en amor es triste; mas triste y todo, es lo mejor que existe".  (Ramón de Campoamor).

 - "Es cosa para mí inexplicable por qué se siente uno capaz de ser bueno cuando se siente uno amado".  (Amado Nervo).

 - "Horrible desgracia es amar sin ser amado, pero más horrible es aún ser amado cuando ya no se ama".  (Benjamín Constant de Rebecque).

 - "Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?".  (Amado Nervo).

Besos y abrazos,

Don.
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