miércoles, 1 de octubre de 2025

Matutino apego que nos une

¡Buenos días!

Aunque en su momento no estuvo donde debía (el día de San Miguel, el pasado lunes 29), parece que ahora, sí que sí, el típico veranillo homónimo se viene con nosotros, mimosón, para darnos algo de calorcito ambiental, pues la máxima prevista para hoy por los madriles, gratificante solecito incluido, será de unos 27ºC, y subiendo un poquito más en sucesivos días. Y para dar cumplida cuenta del cariño, por no ser más efusivo en el adjetivo, que siento por mis queridísimos matutinos, no vaya a ser que me desarmen, me avengo con este para darnos mutuo apoyo afectivo mientras charlamos de nuestras cosas y nos vamos dando consejos vitales que nos hagan la vida mejor a ambos.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Los lazos que nos unen" ("L'attachement", 2024), de Carine Tardieu, basada en la novela "L'Intimité" (2020) de Alice Ferney, y con Valeria Bruni Tedeschi, Pio Marmaï, Vimala Pons, Raphaël Quenard, y César Botti. De esta directora francesa había visto una de sus anteriores películas, "Sácame de dudas" ("Ôtez-moi d'un doute", 2017).

Una mujer, en la cincuentena, soltera, que no tiene ni quiso en su momento tener hijos (ya no puede tenerlos), que regenta una librería de temática feminista, que no quiere atarse a nadie y vive sola. Llaman a la puerta de su casa. Para su sorpresa, su nueva vecina, embarazada y que acaba de romper aguas, le deja a su hijo para que se lo cuide durante el fin de semana y parte con su pareja urgentemente hacia el hospital. Pasan varios días y la pareja no vuelve ni atiende sus llamadas... hasta que el hombre aparece en su casa, triste, pues ella falleció tras el parto, para recoger al niño y enfrentarse solo al cuidado de este y de la recién nacida. Tras este incidente, la vida de la mujer dará un vuelco total, pues se irá implicando poco a poco y cada vez más en el cuidado de los dos niños, ayudando al desbordado padre, estableciendo un vínculo con él, y muy especialmente con el mayor, empezando a considerarlos, casi sin proponérselo, como su familia adoptiva.

Muy buena película (nota: 7) este melodrama sobre vínculos afectivos que nos atrapan inesperadamente, donde la sangre no es lo esencial, de familias poco convencionales, a través de sus personajes principales entrelazados por una peculiar red afectiva que les ayuda a seguir adelante a pesar de sus pesares. Una mujer de firmes convicciones que decidió vivir sola y no ser madre, pero que las circunstancias le hacen replantearse su situación; un padre abrumado que busca nueva pareja, no tanto por amor como por necesidad de olvidar su pena y sentirse apoyado en la crianza de sus hijos; la de una mujer ilusionada que encuentra conexión afectiva con este pero que no se siente correspondida; y la de un niño necesitado de alguien nuevo a quien querer tras la muerte de su madre. En general, de buena gente con la que nos cruzamos, se queda un tiempo (o más) a nuestro lado y nos cambia la vida (para bien). Me gustó mucho, tuvo momentos espléndidos y que destilaron inteligente intensidad emocional y de honda sabiduría vital, y también eso de que el apego no es cual instantáneo flechazo romántico, sino un proceso paulatino que se va cociendo a fuego lento, vamos, eso de que el roce hace el cariño.

Como siempre, no quiero irme de este matutino, al que me siento tan ligado tras tanto teclearlo, sin dejaros unas cuantas citas de sabiduría ajena, hoy solo un par, no vaya a ser que no podamos con más:

 - "Los lazos de la amistad son más estrechos que los de la sangre y la familia      Giovanni".  (Boccaccio).

 - "El vínculo que une a tu auténtica familia no es de sangre, sino de respeto y alegría mutua".  (Richard Bach).

Besos y abrazos,

Don.

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