¡Buenos días
Sol y nubes de aquí para allá que rivalizan por, quizá, quien de ellas dejará antes caer algunas gotas por los madriles, en los que se espera una máxima de 20ºC para hoy. Pues aquí, a tres bandas, con la meteorología y este matutino, ando jugueteando, coqueteando, sin saber muy bien a qué carta quedarme, aunque con la certeza de disfrutar de ambos, ahora con el matutino, en un rato con el buen tiempo que hace allende de él, aunque también por aquí dentro, ¡qué carajo!...
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Rivales" ("Challengers", 2024), de Luca Guadagnino, y con Zendaya, Josh O'Connor y Mike Faist. De este director italiano había visto tres de sus anteriores films: "Call me by your name" (2017), "Cegados por el sol" ("A bigger splash", 2015) y "Melissa P." (2005).
Una bella mujer, que fue la más prometedora tenista joven de su época y cuya carrera y altas ambiciones se malograron debido a una grave lesión, está casada con otro tenista, del que también es entrenadora y mánager, que logró ganar seis torneos de Grand Slam y que ahora ha perdido la confianza en sí mismo tras una racha de derrotas en primera ronda con jugadores de menor nivel. Para recuperar el ánimo de su marido y que pueda regresar a la élite ganando otro grande, la mujer le inscribe en un torneo challenger, especie de segunda división del tenis, donde tras conseguir llegar a la final, deberá enfrentarse a un tenista venido a menos, que fue su mejor amigo desde la infancia, al que nunca ganó un partido, y también rival en conseguir el amor de la chica, desde que los tres se conocieron en el torneo junior del US Open, que ella ganó en categoría femenina, ellos en dobles masculinos y ambos llegaron a la final individual, que acabó ganando el segundo, así como los favores de la chica, para luego romper.
Película (nota: 5) que, salvo por sus cinco minutos finales (que me gustaron mucho) durante los puntos decisivos del último partido, y su impecable factura técnica, de acabado la mar de resultón, excelente, no me dijo gran cosa, por su historia un tanto manida de triángulo amoroso no mucho más allá de un culebrón, plagada además de algo liosos peloteos temporales que amagaron lesionarme con una buena tortícolis. Esta historia de dos antagonistas, y al fin y al cabo amigos, a pesar de luchar por conseguir llevarse al huerto al pibón de turno (bellezón del que quedé absolutamente prendado) nos plantea una relación amorosa cual si de un sensual partido de tenis se tratara (o viceversa), orgasmos post match ball incluidos, sublimados en el exultante grito de victoria final, mucho más allá del gemido de cada punto. Aquí no hay sororidad, que la chica es una y dominante, sino lo que está al otro lado de la red, podríamos decir que fraternidad (inter masculina) para tratar de empoderarse ambos.
Ahora, a modo de sutil dejada, ahí queda este trío de citas de sabiduría ajena con las que espero ganaros, no sé si el intelecto o el punto, set y partido justo antes del final:
- "Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales, mi confidente y el que me traiciona, el que me apoya y el que de mí depende; y lo más espantoso de todo: es mi igual". (Gregg Levoy).
- "De la rivalidad no puede salir nada hermoso; y del orgullo, nada noble". (John Ruskin).
- "Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad". (Indira Gandhi).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario