lunes, 4 de diciembre de 2023

Campiña matutina

¡Buenos días!

Bastante nublado amanece hoy, con algunas eventuales lloviznas, pero al mediodía saldrá el sol, según las previsiones, que también dicen que la máxima será de 10ºC por los madriles. Así que todo parece preparado para que me ponga a faenar, a labrar este campo foliar de fondo blanco, más o menos sucio, sembrándolo con estas letras negras a golpe de tecla, de tal modo que me crezca de entre mis (nada agrietadas) manos, como si de la nada, otro de mis matutinos, cual fresco y verderón pimpollo que espero me dé los mejores frutos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "En nombre de la tierra" ("Chlopi", 2023), dirigida por Dorota Kobiela Welchman y Hugh Welchman, basada en la novela "Los campesinos" ("Chlopi", 1904-1909) de W. S. Reymont, escritor polaco que ganó el Nobel de Literatura en 1924, e interpretada por Kamila Urzedowska (un bellezón), Robert Gulaczyk, Miroslaw Baka, Sonia Mietielica y Ewa Kasprzyk. Es una de animación a medias, pues está rodada con actores de carne y hueso, aunque luego cada fotograma ha sido retocado simulando pinturas al óleo. Es el segundo largo de este matrimonio de cineastas, ella polaca y el británico, tras "Loving Vincent" (2017), en el que se también se utilizó similar técnica de retoque de imágenes.

A finales del siglo XIX una joven y bellísima campesina, pretendida por casi todos los hombres del lugar, es obligada por su madre a casarse con el más rico granjero de la zona, recién enviudado y mucho mayor que ella, a pesar de que está enamorada de su hijo mayor (casado y con hijos). A partir de la boda, el hijo mayor se peleará con su padre, será expulsado de la granja, y las habladurías, la envidia y el odio del resto de aldeanos hacia la joven, irán en aumento.

Muy buena película (nota: 7) que, como la anterior de sus directores, es una maravillosa experiencia visual, impresionante, preciosa, hermosísima en su plasticidad, todo un trabajazo, y cuya historia, a pesar de alguno de sus pesares, mejoró bastante su flojita anterior. Es una especie de melodrama campestre, un tanto pedestre a veces, rozando el culebrón, aunque en otros me gustó mucho, estructurado en cuatro partes, las cuatro estaciones del año que tanto marcan la vida rural, en el que se detalla con bastante minuciosidad la vida cotidiana y tradiciones de los campesinos, y centrado en su protagonista, una mujer que quiere vivir a su aire, tomar sus propias decisiones, y no puede, y que además no encaja en ese constreñido mundo, con doble rasero de medir (uno para mujeres y otro para hombres), que la oprime y corta sus alas de mala manera.

Ahora toque que deje por ahí esparcidas cual simiente estas citas de sabiduría ajena que espero prendan en nuestras entendederas:

 - "El amor no se domina; se cultiva".  (Johann W. Goethe).

 - "Amigo mío, la Naturaleza ha dado a cada hombre un estilo, como una fisonomía y un carácter. El hombre puede cultivarla, pulirla, mejorarla, pero cambiarla, no".  (Gaspar Melchor de Jovellanos).

 - "Todas las mujeres conciben ideas, pero no todas conciben hijos. El ser humano no es un árbol frutal que sólo se cultive por la cosecha".  (Emilia Pardo Bazán).

Besos y abrazos,

Don.

_____

No hay comentarios: