martes, 5 de diciembre de 2023

Matutino con nocturnidad y alevosía

¡Buenos días!

Oscuro amanece, debido a las grises nubes que preñan el cielo, y lo velan, tanto que casi ni percibo la transición entre noche y día, cual si me hubiesen robado taimadamente el sol, en esta fría madrugada, rayana en la helada, con la que comienza esta jornada en la que se esperan 8ºC de máxima por los madriles. En cualquier caso, estos matutinos, que me suelen robar el corazón, e incluso el intelecto, los pergeño mentalmente durante la noche previa, sin más intriga que la de saber si caeré rendido en los brazos de Morfeo antes de acabarlo.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Sobre todo de noche" (2023), de Víctor Iriarte, y con Lola Dueñas, Ana Torrent, Manuel Egozkue, y María Vázquez. Es el primer largo de este director.

A una mujer, cuando era joven, le dijeron que su hijo nació muerto. A otra mujer, cuyo médico le diagnosticó que no podría tener hijos y que solo adoptando podría formar una familia, le dijeron que el bebé que le entregaban era de una madre fallecida en el parto. Ambos recién nacidos son la misma persona. Casi veinte años después, la primera madre, a la par que va maquinando una venganza contra los responsables de tan horribles actos, inicia una búsqueda de ese hijo perdido, y de su madre adoptiva, ruta que la llevará de Madrid a San Sebastián y cuando los encuentre los tres irán a las orillas del río Duero portugués, mientras se van contando la historia de sus respectivas vidas y reescribiendo sus destinos.

Película que en general no me gustó gran cosa (nota: 4), lejos del cine convencional, extraña en sus maneras formales y modo de narrar, bastante experimental y heterodoxa, que por momentos me pareció una performance en video, como de arte y ensayo, de esas que exponen en museos de arte moderno, a veces algo (e incluso bastante) engolada y presuntuosa que muy poco me decía y que varias veces estuvo a punto de dormirme, aunque en otros momentos (tres, sueltos, creo recordar) me fascinaba sobremanera e incluso me llegó a poner la piel de gallina. Más que una obra redonda, me pareció una labor de retacería algo deslavazada. Una obra arriesgada, que denuncia de aquella manera, muy a su estilo, lo que denuncia (perfectamente denunciable), y que fracasó bastante por lo que a mí respecta, salvo destellos puntuales, como antes dije.

Pues sobre todo al final de cada matutino están las citas de sabiduría ajena, como estas tres que ahí os dejo, muy noctámbulas, pues las encontré en mi nocturno deambular mental:

 - "No se puede llegar al alba sino por el sendero de la noche".  (Khalil Gibran).

 - "En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche viene una aurora sonriente".  (Khalil Gibran).

 - "Quiero saber dónde estoy. Quiero saber quién soy. Quiero saber quién me puso aquí. Quién me abandonó en la raya, en la noche. Si me sigo preguntando todo esto, quiere decir que no estoy muerto".  (Carlos Fuentes).

Besos y abrazos,

Don.

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