¡Buenos días!
Bárbara jornada de verano nos espera hoy, por lo magnífica y excelente, que no por lo fiera y cruel, pues será de calor muy llevadero, sin excesivos agobios, con agradable y algo fresca brisa de poniente, y una máxima prevista por los madriles para hoy de tan solo 32ºC. Así que no hará de nosotros unos peleles, deshidratados y arrastrados por el suelo, como en anteriores y mucho más tórridos días, y podremos volver a nuestro ser natural, ser nosotros mismos sin tener que depender de artificiosos aires acondicionados.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Barbie" (2023), de Greta Gerwig, y con Margot Robbie, Ryan Gosling, America Ferrera, Kate McKinnon, Issa Rae, Rhea Perlman, Will Ferrell, Ariana Greenblatt, Simu Liu, Kingsley Ben-Adir, Michael Cera, Alexandra Shipp, Dua Lipa... y Emma Mackey, Connor Swindells y Ncuti Gatwa... estos tres últimos son algunos de los protagonistas de una magistral serie de televisión de Netflix, con tres temporadas, "Sex education" (2019-2020-2021). Tercer largo como directora de Greta Gerwig, también actriz y guionista, de quien había visto sus dos anteriores, "Mujercitas" ("Little women", 2019) y "Lady Bird" (2017), tan estupendas como la que hoy glosaré.
En el mundo de color de rosa de Barbieland, tan cuqui y chupi lerendi como podáis suponer, habitan todas las Barbie posibles, que todo lo pueden ser... ¡ah!, que se me olvidaba, también sus respectivos Ken, que son tan solo meros (y bastante meros) compañeros de Barbie, y algunos que otros muñecos y muñecas más de esa estirpe, pero arrumbados por su poco éxito. Un día, la Barbie más prototípica empieza a hacerse preguntas un tanto incómodas que no encajan en ese mundo tan idílico, a sentir que no es tan perfecta como se supone que debería ser, y a sufrir una crisis existencial en toda regla. Así que para averiguar qué está pasando y tratar de entender el porqué de lo que le está sucediendo, se decide a viajar hasta el mundo real, cual Alicia a su mundo de las maravillas, aventura a la que también se apunta su Ken.
Espléndida película (nota: 8), que me sorprendió y encantó, a mí, que la casi anoréxica y excesivamente pechugona muñeca (y todo su mundo anexo) siempre me cayeron muy gordos, de muy brillante e inteligente guion que tiene mucha más miga de la que parece, coescrito por la directora junto con su pareja Noah Baumbach, también director de cine. Aunque es un artefacto promocional de la compañía productora de la muñeca también es una corrosiva crítica de lo que significó el juguete, amén de muy divertida y entretenida, bastante irónica, satírica, sarcástica incluso, y que fomenta la igualdad de género y el empoderamiento, y no solo el femenino, como tiene que ser ("I'm Kenough" o "Sí, se puede", por ejemplo, eslóganes que aparecen en la versión original, así, tal cual). Desde el mismo inicio, con su socarrón preámbulo homenajeando el inicio de "2001: una odisea del espacio" ("2001: a space odyssey", 1968) de Stanley Kubrick, hasta su final, pleno de existencialismo con sus Barbie y Ken en busca de su creadora (y de sí mismos), como en la obra teatral "Seis personajes en busca de autor" (1921) de Luigi Pirandello, asistimos al jocoso absurdo de la vida real, el otro lado del espejo del absurdo mundo de Barbieland. ¡Cuánto queda todavía por cambiar!
No una barbaridad, sino tan solo tres citas de sabiduría ajena tenemos hoy, muy bárbaras ellas, sin embargo:
- "La filosofía es la que nos distingue de los salvajes y bárbaros; las naciones son tanto más civilizadas y cultas cuanto mejor filosofan sus hombres". (René Descartes).
- "La belleza es una gran recomendación en el comercio humano, y no hay nadie que sea tan bárbaro o grosero que no se sienta herido por su dulzura". (Michel E. de Montaigne).
- "Del fanatismo a la barbarie sólo media un paso". (Denis Diderot).
Besos y abrazos,
Don.
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