lunes, 10 de julio de 2023

Matutino de liberadora expresión corporal

¡Buenos días!

El verano se ha desatado desaforadamente en un día como el de hoy, en el que la máxima prevista por los madriles será de unos asfixiantes 40ºC, y peor cuanto más al sur, que a buen seguro nos oprimirán con sus sofocos y provocarán que nos tengamos que encerrar a la sombra sin poder manifestar al sol nuestra alegría de vivir. Tampoco es que podamos hacerlo bailando, con más o menos gracia corporal, so pena de sudar desmedidamente, cosa que, al menos para mí, poco me gusta, y menos me apetece en estos momentos, así que me desahogo a golpe de tecla escribiendo estas líneas.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Houria (Libertad)" ("Houria", 2022), de Mounia Meddour, y con Lyna Khoudri, Rachida Brakni, Nadia Kaci, Hilda Amira Douaouda, Meriem Medjkrane, Zahra Doumandji, y Sarah Guendouz. Es el segundo largo de esta directora de origen argelino, de quien había visto su anterior, "Papicha, sueños de libertad" ("Papicha", 2019).

Houria es una joven y prometedora bailarina que estudia para ello y aspira a que la seleccionen en alguna compañía profesional de danza clásica, sea en Argelia o en el extranjero, y que trabaja como "kely" (limpiando habitaciones en hoteles). Para tratar de alcanzar sus sueños y conseguir más dinero para lograrlo participa en apuestas clandestinas nocturnas, y una noche, tras haber conseguido ganar una muy importante cantidad de dinero, es asaltada para quitárselo y se lesiona gravemente al caer por una escalera al ser empujada por el atacante, perdiendo además el habla por la conmoción. Totalmente hundida, tras salir del hospital, ingresa en un centro de rehabilitación, donde coincidirá con otras mujeres heridas, en cuerpo y alma, gracias a las cuales podrá resurgir y volver a expresarse con su cuerpo, ya que no puede hablar.

Buena película (nota: 6), con sus más y sus menos, de loables intenciones y que vi con agrado, pero que no me acabó de entusiasmar. Historia en la que los sueños de libertad y mejor vida de las jóvenes argelinas se topan con la realidad argelina de intolerante machismo ante la que no queda otra que rebelarse, a viva voz, con expresión corporal o lenguaje de signos... o escapar al extranjero. Como en su anterior, está plena de sororidad, para mejor afrontar la injusticia social y el ninguneo, cuando no hostilidad, hacia las mujeres. El vitalismo, así como su canto a la esperanza y la ilusión por vivir va in crescendo. La protagonista parece un claro trasunto de la misma Argelia (en su parte femenina, al menos). Por eso de una joven bailarina rota en sus aspiraciones y que debe resurgir de otro modo me recordó a una película francesa que vi hace poco, "Un paso adelante" ("En corps", 2022) de Cédric Klapisch.

Ahora unas citas de sabiduría ajena, que espero ayuden a liberar nuestra mente de lo que sea menester:

 - "La violencia no es sino una expresión del miedo".  (Arturo Graf).

 - "El lenguaje corporal es una forma de información del hombre para el hombre y sobre el hombre, con el que pretende expresarse".  (Günther Rebel).

 - "La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír".  (George Orwell).

 - "Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad".  (Indira Gandhi).

Besos y abrazos,

Don.

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