¡Buenos días!
No me acabo de creer que esté empezando a soportar más o menos dignamente los agobios calurosos de este verano desmedido... si es que a todo se hace uno. Para hoy se espera otro sofocante día estival, con sol sin contemplaciones y una máxima prevista por los madriles de 36ºC. Por lo demás, una fe absoluta, inmensa, es la que tengo en que mi unión con los matutinos durará para siempre, por muchas pequeñas o grandes vicisitudes que podamos pasar en nuestro conjunto devenir.
Acabo de terminar de ver en Movistar+ una serie de televisión. Se trató de "Poquita fe" ("Poquitª fe", 2023), creada y dirigida por Pepón Montero y Juan Maidagán, e interpretada por Esperanza Pedreño, Raúl Cimas, Chani Martín, Julia de Castro, María Jesús Hoyos, Juan Lombardero, Marta Fernández-Muro, Pilar Gómez, Enrique Martínez, y Blas Ortiz. Consta de una temporada de doce capítulos de quince minutos de duración, o poquitos más, cada uno, titulados como los meses del año, y que vi en dos semestres, en dos brevísimos arreones, cual si de dos películas de ajustado metraje se tratase.
Un matrimonio de mediana edad sin hijos, tirando a pusilánime, bastante curtido en la rutina, casi que encurtido por ella, intenta vivir su vida lo mejor que puede. Sus personales emociones, esperanzas y pasiones están atenuadas por el ruido del día a día, que se lo provocan la hermana de ella, la favorita de sus padres, y estos, bastante metomentodo; la madre de él, un alma libre aunque agotadora; el vecino de al lado, un tanto zarrapastroso; los compañeros de ella en la guardería donde trabaja; los guardias de seguridad, compañeros él; los del bar; los otros vecinos del barrio; los amigos de los suegros; los amigos de la cuñada; los amigos de los amigos... Mucho ruido. Demasiado. Si pudieran aislarse de todos ellos...
Estupenda serie (nota: 8) que me sorprendió y encantó, y por tanto os recomiendo, divertidísima, de esas de reír por no llorar y que te dejan pensando en por qué te ríes porque te ha pasado o podría pasar, por muy surrealista que sea la situación, por su muy particular y esquinada mirada a las cosas de la rutina cotidiana (de pareja y en general), de las vidas mediocres y sus miserias que jamás se cacarearán en redes sociales, aunque bien mirado, mucho más apasionantes que las maqueadas. Con formato de falso documental en el que se simulan entrevistas sobre los avatares cotidianos de los personajes, y que se interpelan entre ellos, rezuma absurdo costumbrista por sus poros, la de la vida de sus bastante patéticos, aunque muy entrañables, protagonistas, y también la de sus aledaños allegados.
Pues aunque no os lo creáis, sin duda ya llegó el momento de la sabiduría ajena:
- "Si yo soy lo que soy, y no lo que tengo, nadie puede arrebatarme ni amenazar mi seguridad y sentimiento de identidad. La única amenaza a mi seguridad de ser está en mí mismo, en mi falta de fe en la vida y en mis poderes productivos, en mis tendencias regresivas, en mi pereza interior y en la disposición a que otros se apoderen de mi vida". (Erich Fromm).
- "Tener fe significa no querer saber la verdad". (Friedrich Nietzsche).
- "Entre la fe y la incredulidad, un soplo. Entre la certeza y la duda, un soplo. Alégrate en este soplo presente donde vives, pues la vida misma está en el soplo que pasa". (Omar Khayyam).
Besos y abrazos,
Don.
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