lunes, 20 de febrero de 2023

Matutino fruncido

¡Buenos días!

Ya tengo entre ceja y ceja a este matutino, y no me pienso arrugar, ni tampoco hacerme un lifting para disimularlo si es que tal sucede, escribiéndolo contra viento y marea, aunque alegre y relajadamente, para conseguir tenerlo terminado un instante antes del madrugón del sol que sale por levante, hoy algo velado por la nubosidad cambiante. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 18ºC.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El triángulo de la tristeza" ("Triangle of sadness", 2022), de Ruben Östlund, y con Harris Dickinson, Charlbi Dean, Dolly de Leon, Zlatko Buric, Vicki Berlin, y Woody Harrelson. Es el sexto largo de este director sueco, y tercero suyo que veo, tras "The square" (2017) y "Fuerza mayor" ("Turist", "Force majeure", 2014).

Tras celebrarse una "mega cool fashion week", una pareja de modelos que ahí desfilaron, ella además influencer, y cuya relación tiene sus vaivenes, es invitada a un crucero en un yate de lujo cuyos demás selectos pasajeros son asquerosamente ricos. La tripulación y demás personal se esmeran por dar el mejor servicio posible, mientras el capitán, henchido de alcohol un día tras otro, se niega a salir de su camarote. Una fortísima tormenta durante la cena de gala hará naufragar la embarcación y los pocos que se salven se verán obligados a sobrevivir con apenas nada en una isla desierta, invirtiéndose en consecuencia las jerárquicas relaciones de poder.

Buena película (nota: 6), de sobredimensionado metraje, esta comedia muy negra, hiperbólica sátira social que se ceba en los ricos, contra el capitalismo y el comunismo, grotesca y esperpéntica, que quiere ser mordaz, aunque según mi parecer solo lo consigue a ratos su autor, quien suele ponernos con su cine ante situaciones de desasosiego, que pueden hacer reír y desde luego pensar bastante tras haberlas visto. Es algo irregular, como una especie de colección de sketches, algunos (los menos) más resultones que otros. El que más me gustó a mí, con diferencia, fue la discusión de la pareja protagonista al principio de la película, tremendamente incómoda por cotidiana y absurda a la vez. En las situaciones planteadas se dan cambios de roles (a veces incluso de Rolex) tanto en los ámbitos sexuales y de género (en la pareja protagonista) como en los de clase social, totalmente puestos patas arriba tras el naufragio, donde todo cambia sin que nada cambie... cambian las personas arriba y abajo pero se mantiene la estructura jerárquica.

Ahora llega la sabiduría ajena, con este pentágono de citas, que espero alegre nuestras entendederas:

 - "No deben preocuparnos las arrugas del rostro, sino las del cerebro".  (Santiago Ramón y Cajal).

 - "Una sonrisa cura las heridas de un ceño fruncido".  (William Shakespeare).

 - "Tan perjudicial es desdeñar las reglas como ceñirse a ellas con exceso".  (Juan Luis Vives).

 - "Debe ser triste el estado de conciencia del rico, que ya cerca del final, cae en la cuenta de que el destino le concedió el más poderoso instrumento de bien que puede haber en el mundo y sin embargo lo empleó en frivolidades".  (Amado Nervo).

 - "Para acercarse a la libertad, a la felicidad, no basta con variar los sistemas; hay que cambiar los corazones de los gobernantes y de los gobernados, de los poderosos y de los súbditos, de los que mandan y de los que han de obedecer".  (Giovanni Papini).

Besos y abrazos,

Don.

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