jueves, 4 de febrero de 2021

Matutino que no me abandona

¡Buenos días!

Ni yo tampoco pienso en que se le pase por la cabeza el hacerlo, que nuestro devenir juntos rueda tranquilamente, al tran-tran, sin sobresaltos dignos de mención. Y las que tampoco, de momento, nos dejan ni a sol ni a sombra, son las grises nubes, y sus eventuales lloviznas, quizá hoy con algún rato de sol, según las previsiones, que también anuncian 15ºC de máxima, con 8ºC al alba... tibieza impropia de estos días, que deberían ser de crudo invierno, que seguro regresará por sus fueros antes o después.

Ayer por la tarde no estuve en el cine, pero sí viendo una película no estrenada en salas, sino en la plataforma de Netflix. Se trató de "Estoy pensando en dejarlo" ("I'm thinking of ending things", 2020), de Charlie Kaufman, basado en la novela homónima (2016) de Iain Reid, y con Jessie Buckley, Jesse Plemons, Toni Collette, y David Thewlis. Es el tercer largo como director de Charlie Kaufman, también genial guionista, de quien había visto su anterior como director, "Anomalisa" (2015), amén de cuatro de los cinco largos que escribió para otros directores: "¡Olvídate de mí!" ("Eternal sunshine of the spotless mind", 2004) de Michel Gondry, "Adaptation (El ladrón de orquídeas)" ("Adaptation", 2002) de Spike Jonze, "Human nature" (2001) de Michel Gondry, y "Cómo ser John Malkovic" ("Being John Malkovic", 1999) de Spike Jonze. Cuatro de los cinco, salvo el de 2001, geniales y recomendabilísimos.

Una joven viaja en coche, en medio de una gran nevada, junto a su nuevo novio (hace seis semanas que se conocieron) quien la lleva para presentarla a sus padres, que viven en una remota granja. Mientras hablan durante el trayecto ella va pensando en que no le ve futuro a su relación y romperá con él esa misma noche cuando regresen a la ciudad tras la comida familiar.

Película interesante (nota: 5), que a ratos me gustó, y otros me disgustó, amuermó o desconcertó, esta inclasificable, espesa y tortuosa especie de thriller psicológico y surrealista, de terror tan latente y contenido que casi ni es, además de muy enrevesado y poliédrico, imbuido de una metafísica existencial tal que solo la debe entender completamente la delirante mente de su creador. En este muy oscuro sueño, o pesadilla, o delirio incoherente, como todo buen sueño que se precie, donde las reglas físicas espacio-temporales saltan por los aires hechas pedazos (a recomponer por el espectador) y no está claro si algo es real o todo es una ilusión, ella parece ser la protagonista de la historia, pero no, más bien es la idealización en la mente de él, la proyección de sus intrínsecos deseos (seguramente no cumplidos), insumisa creación que se está pensando el rebelarse, o no, que tal vez ni puede ni quiere.

Ahora, antes de dejaros hasta el próximo matutino, al que volveré como siempre ilusionado, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena:

 - "Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo".  (Erich Fromm).

 - "El hombre, desde que nace hasta que muere, es una máquina de romper juguetes".  (Amado Nervo).

 - "Cuando uno tiene motivos de quejarse de un amigo, conviene separarse de él gradualmente, y desatar, más bien que romper, los lazos de la amistad".  (Catón).

 - "En amor todo ha terminado desde el día en que uno de los dos amantes piensa que sería posible un ruptura".  (Paul Bourget).

Besos y abrazos,

Don.

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