Tampoco
es que quiera ponerlos en la picota, sino más bien me gustaría que se lancen
allende mío sin red, aunque los acoja si quisieran volver, a representar su modo
de ser por doquiera que fueran. Y el verano ahí sigue, actuando según sus más
clásicos cánones, sin todavía atreverse a romper con ellos, ni siquiera para
refrescarnos algo el ambiente, aunque sea de tapadillo. Así que cual pacientes
espectadores soportaremos sus 36ºC de máxima prevista para hoy gracias al
inclemente sol que hoy volverá a lucir en el celeste escenario.
Este
fin de semana estuve en el teatro viendo una obra del
grupo Ron Lalá. Se trató de "Crimen y telón",
dirigida por Yayo Cáceres, e interpretada por Juan Cañas, Íñigo Echevarría,
Miguel Magdalena, Daniel Rovalher, y Álvaro Tato. Es la segunda obra que veo de
este grupo teatral, tras la genial y magistral "Cervantina". En ambas se mezclan, con sumo ingenio y
gran humor, teatro y música en directo. Como dije entonces, en cuanto tengáis
oportunidad de ver uno de sus montajes, os recomiendo muy encarecidamente que
lo vayáis a ver. ¡Requetemagníficos!, en todos sus aspectos, por actuaciones,
por el ingenio verbal de sus obras, y la trepidante acción de su desarrollo.
Por si la vez anterior no lo hubiera hecho expresamente, ahora, sí que sí, me
declaro impenitente ronlalista.
Corre
el año 2039, y la inteligencia artificial lleva casi 20 años dominando la
Tierra, rigiéndola global y dictatorialmente. Todos los humanos que no se
sometieron fueron desterrados a Marte. La sociedad terrestre vive entregada al
consumo desaforado y al bienestar obligatorio por ley, sin ninguna de las
Artes, totalmente prohibidas, pues por ejemplo las metáforas son delito y hay
pena de muerte para quien rime poesías. La Música y el Teatro resisten en la
ilegalidad, trapicheando de estraperlo, pero un detective descubre en un
escenario clandestino el cadáver del Teatro, aparentemente suicidado, por lo
que la Triple A (Agencia Anti Arte) le encarga investigar las causas.
Sobresaliente
espectáculo teatral total (nota: 9), divertidísimo, con
las genuinas y geniales maneras que distingue a sus creadores, aunque me gustó
una pizca menos que el anterior suyo que vi. Con las maneras del thriller de
género negro y de futuro distópico de ciencia ficción, se hace un homenaje en
toda regla al teatro, a partir de su asesinato en la ficción, en el que el público
somos involucrados, rompiéndose la cuarta pared, pues somos testigos, cómplices
y sospechosos del crimen... todo un ejercicio de metateatro en el que se
reflexiona, con música y sumo humor e ironía, satirizando con muy versados
versos, tanto declamados como cantados, sobre el teatro y nuestra sociedad,
jugueteando con referentes del teatro culto y la más popular iconografía
artística de hoy. Se hace además todo un repaso a la historia teatral, desde la
antigüedad clásica hasta nuestros días, de un modo la mar de didáctico y
educativo.
Bueno,
pues llegó el momento de que salten a la palestra matutina unas citas de
sabiduría ajena, que espero nos hagan reflexionar antes de que nos acusen de no
hacerlo y de que caiga definitivamente el telón tras los besos y abrazos:
- "Quien mata el tiempo no comete crimen,
se suicida a sí mismo". (Anónimo).
- "La vida se diferencia de una obra
teatral en esto: no tiene argumento, todo es vago, incierto, inconexo, hasta
que el telón cae sin resolver nada".
(George Bulwer-Lytton).
- "El teatro no puede desaparecer porque
es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma". (Arthur Miller).
Besos
y abrazos,
Don.
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