Presumo,
que es más cómodo que buscar pruebas fehacientes y contrastarlas por si alguna
fuera falsa, es más, estoy convencido, cual acto de fe, que esto debe ser así,
porque es culpable de hacerme sentir bien por el mero hecho de estar trasteando
en lo más hondo de mi ser. Y la mañana de hoy, algo presumida, se nos despierta
con sol vestido de algunas nubes, restos de las tormentas y chaparrones de
ayer, pero creo, gracias a las muy fiables pruebas que me aportan las
predicciones meteorológicas, que el verano volverá por sus fueros a no mucho
tardar, aunque de momento, para hoy la máxima tan solo será de 27ºC.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Una íntima convicción"
("Une intime conviction"), de Antoine Raimbault, y con Marina Foïs y
Olivier Gourmet. Basado en un caso judicial real, es el primer largo de este
director francés.
Un
hombre acusado del asesinato de su esposa desaparecida, al que todos dan por
seguro culpable, es absuelto en primera instancia por falta de pruebas. Diez
años después de los hechos, debe enfrentarse a un segundo juicio, pues el
anterior fue recurrido por la Fiscalía. Una mujer, divorciada y cocinera de
profesión, que asistió al primer juicio y que cree en su inocencia se obsesiona
con el caso y por temor a un error judicial convence a un prestigioso abogado
para que le defienda, y al que ayudará en su tiempo libre en la búsqueda de
pruebas de quien pudo ser el verdadero culpable.
Una
muy buena película (nota: 7) este thriller judicial, que es toda una
apología de la presunción de inocencia, de la correcta praxis de las
instituciones judiciales, y de la dificultad de su buena labor, que nos hace
reflexionar sobre diversas cuestiones, tales como que juzgar (basados en
convicciones sin pruebas) no es lo mismo que hacer justicia y que esto está muy
por encima a encontrar un culpable. También de duda razonable (lo deseable)
versus suposiciones sin pruebas (meras creencias), y de que la obsesiva
búsqueda de la verdad puede llevar a ilusorios autoengaños que hacen perder el
verdadero sentido de la realidad.
Pues
en la sección de sabiduría ajena, para seguir abundando en estas cuestiones,
ahí os dejo esta cita del director del film hoy glosado, con la íntima
convicción, eso espero, que nos haga pensar a todos:
- "Es fácil moldear a un culpable a
partir de sentimientos y fantasías porque la naturaleza tiene horror al vacío,
necesitamos que se haga justicia y necesitamos encontrar un culpable, desde la
más íntima convicción. Nos decimos una verdad que parece lógica, racional,
satisfactoria y final. Y no importa cuánto duden los demás, no importa la falta
de pruebas, una vez que la convicción se insinúa, lo puede todo". (Antoine Raimbault).
Besos
y abrazos,
Don.
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