martes, 20 de agosto de 2019

Matutino de cine

¡Buenos días!

Érase una vez... pero, ¿esto es un cuento o vamos a hablar de cine?... ¡qué más da, que viene a ser lo mismo!... Pues eso, érase una vez un matutino que no acabó con los consabidos besos y abrazos, que se despidió a la francesa... Bueno, no os creáis esto que os estoy diciendo, que no es más que un cuento... o una película que os estoy contando, según prefiráis. El que sí quiere ser de cine, ya veremos si llega a estrella fulgurante, es este día de verano, mucho más agradable que los anteriores, gracias a su algo más de frescor entre tanta canícula, con 30ºC de máxima previstos para hoy por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Érase una vez en... Hollywood" ("Once upon a time in... Hollywood"), de Quentin Tarantino, y con Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, y Margot Robbie. Noveno largo en solitario de este director y guionista, maestro del cine, de quien había visto la gran mayoría de sus anteriores, a saber, "Los odiosos ocho" ("The hateful eight", 2015), "Django desencadenado" ("Django unchained", 2012), "Malditos bastardos" ("Inglorious basterds", 2009), "Kill Bill (vol. II)" (2004), "Kill Bill (vol. I)" (2003), "Pulp fiction" (1994), y "Reservoir dogs" (1992). Salvo Django y Pulp Fiction, que me entusiasmaron, el resto no me agradaron gran cosa.

Los Ángeles, 1969. Una vieja gloria de las teleseries del oeste de los años 50 y 60, vecino de las emergentes estrellas cinematográficas Sharon Tate y Roman Polanski, trata de reconducir su carrera en el cine junto con su inseparable amigo, chófer, y doble suyo en todas sus escenas de acción. Pero la industria del cine está cambiando y ya no es lo que era, y él no acaba de asumir su nuevo rol en ella.

Una buena película (nota: 6), cuyas casi tres horas de metraje se me pasaron rápido, que no me desagradó, pero que tampoco me entusiasmó. Buena parte de la culpa de esto será debida a que es una película que se mira el ombligo (Hollywood ensalzándose nostálgicamente y criticándose), cosa que no suele gustarme salvo que sea el mío propio el que veo, por mucho que tenga las maneras del genial Tarantino, que se atreve incluso a reescribir gozosamente (también para mí) la historia real.

Peli de colegas, muy divertida, al estilo Tarantino, en la que se nos habla de éxito y fracaso en el Hollywood de los años 60, lo que vale para cualquier otra época, todo un homenaje a los actores (secundarios y de serie B) y dobles de acción que pasaron desapercibidos, excelentes profesionales que no llegaron a estrellas. Como siempre en sus obras, esta también rezuma cinefilia por cada poro de su sudorosa piel. Por cierto, como siempre, no os vayáis de la sala en cuanto empiecen los créditos finales, que en este caso hay un bonus final que echa humo.

Ahora en la sección de sabiduría ajena, no os voy a contar ningún cuento, sino que os dejo con este par de citas, que creo se llevan muy bien:

 - "Los auténticos actores son esa raza indomable que interpreta los anhelos y fantasmas del inconsciente colectivo".  (Ana Diosdado).

 - "Ver un asesinato por televisión puede ayudarnos a descargar los propios sentimientos de odio. Si no se tienen sentimientos de odio, podrán obtenerse en el intervalo publicitario".  (Alfred Hitchcock).

Besos y abrazos,

Don.
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