Érase
una vez... pero, ¿esto es un cuento o vamos a hablar de cine?... ¡qué más da,
que viene a ser lo mismo!... Pues eso, érase una vez un matutino que no acabó
con los consabidos besos y abrazos, que se despidió a la francesa... Bueno, no
os creáis esto que os estoy diciendo, que no es más que un cuento... o una
película que os estoy contando, según prefiráis. El que sí quiere ser de cine,
ya veremos si llega a estrella fulgurante, es este día de verano, mucho más
agradable que los anteriores, gracias a su algo más de frescor entre tanta
canícula, con 30ºC de máxima previstos para hoy por los madriles.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Érase una vez en... Hollywood"
("Once upon a time in... Hollywood"), de Quentin Tarantino, y con Leonardo DiCaprio,
Brad Pitt, y Margot Robbie. Noveno largo en solitario de este director y
guionista, maestro del cine, de quien había visto la gran mayoría de sus
anteriores, a saber, "Los odiosos ocho" ("The hateful eight",
2015), "Django desencadenado" ("Django unchained",
2012), "Malditos bastardos" ("Inglorious basterds",
2009), "Kill Bill (vol. II)" (2004), "Kill Bill (vol. I)" (2003), "Pulp fiction"
(1994), y "Reservoir dogs" (1992). Salvo Django y Pulp Fiction, que me
entusiasmaron, el resto no me agradaron gran cosa.
Los
Ángeles, 1969. Una vieja gloria de las teleseries del oeste de los años 50 y
60, vecino de las emergentes estrellas cinematográficas Sharon Tate y Roman
Polanski, trata de reconducir su carrera en el cine junto con su inseparable
amigo, chófer, y doble suyo en todas sus escenas de acción. Pero la industria
del cine está cambiando y ya no es lo que era, y él no acaba de asumir su nuevo
rol en ella.
Una
buena película (nota: 6), cuyas casi tres horas de metraje se me pasaron
rápido, que no me desagradó, pero que tampoco me entusiasmó. Buena parte de la
culpa de esto será debida a que es una película que se mira el ombligo
(Hollywood ensalzándose nostálgicamente y criticándose), cosa que no suele gustarme
salvo que sea el mío propio el que veo, por mucho que tenga las maneras del
genial Tarantino, que se atreve incluso a reescribir gozosamente (también para
mí) la historia real.
Peli
de colegas, muy divertida, al estilo Tarantino, en la que se nos habla de éxito
y fracaso en el Hollywood de los años 60, lo que vale para cualquier otra
época, todo un homenaje a los actores (secundarios y de serie B) y dobles de
acción que pasaron desapercibidos, excelentes profesionales que no llegaron a
estrellas. Como siempre en sus obras, esta también rezuma cinefilia por cada
poro de su sudorosa piel. Por cierto, como siempre, no os vayáis de la sala en
cuanto empiecen los créditos finales, que en este caso hay un bonus final que
echa humo.
Ahora
en la sección de sabiduría ajena, no os voy a contar ningún cuento, sino que os
dejo con este par de citas, que creo se llevan muy bien:
- "Los auténticos actores son esa raza
indomable que interpreta los anhelos y fantasmas del inconsciente
colectivo". (Ana Diosdado).
- "Ver un asesinato por televisión puede
ayudarnos a descargar los propios sentimientos de odio. Si no se tienen
sentimientos de odio, podrán obtenerse en el intervalo publicitario". (Alfred Hitchcock).
Besos
y abrazos,
Don.
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