Como
cada mañana, siguiendo su natural y libre albedrío, haciendo camino al andar,
que diría Machado, estos matutinos van aprendiendo cada día un poco más, sin
necesidad de que los encauce hacia ningún lado. Así todos felices, haciendo de
nuestra capa un sayo, y compartiendo estos gratos momentos. El verano intenta
hoy, pero no puede, dejar de ser como es, caluroso, dejándose llevar por su
natural idiosincrasia, pues aunque ha bajado algo la temperatura, la máxima
prevista para hoy será de 34ºC, con sol sin tapujos, sin complejos de ser él
mismo.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "La (des)educación de Cameron
Post" ("The miseducation of Cameron Post"), de
Desiree Akhavan, basada en la novela homónima de Emily Danforth, y con Chloë
Grace Moretz, John Gallagher Jr., Sasha Lane, Forrest Goodluck, y Jennifer
Ehle. Es el segundo largo y primero que veo de esta directora.
Años
90 en el profundo Estados Unidos. Una adolescente está en su último curso de
instituto. La noche de celebración de la fiesta de graduación es sorprendida
por su novio morreándose (y mucho más allá) con su mejor amiga. Sus
ultraconservadores padres adoptivos, sus tíos, la ingresan inmediatamente en un
centro religioso donde se promete reconvertir pervertidos homosexuales en
presuntas personas de bien, rectas y formales, mediante terapias un tanto
extravagantes, cuando no sutilmente opresivas. Allí tomará contacto por primera
vez en su vida con diversos chicos y chicas con similares inclinaciones.
Una
buena película (nota: 6) este sencillo y natural drama psicológico, con
repuntes de soterrado humor irónico, que nos habla de la entereza emocional de
una joven que trata de no dejarse comer el coco, así como de buenrollistas
inquisidores que pretendiendo hacer el bien (según sus retorcidos y aviesos
parámetros) hacen mucho daño, impidiendo ser ellos mismos a los jóvenes que
tratan de reeducar, en el que se denuncia, con suavidad, casi que compadeciéndose
de los presuntos sanadores, que más necesitarían ser sanados ellos de sus
aberraciones mentales, especie de curas que necesitan ser curados... de su
fanatismo e intolerancia. De paso, también es un retrato de cualquier
adolescente que trata de buscar su lugar en el mundo, su propio camino,
iniciándose en la vida, madurando en el proceso, él solo, sin necesidad de ser
encarrilado a la fuerza, que lo que para unos es lo bueno, para otros no
necesariamente tiene que serlo. Por tema me recordó mucho a otra que vi hace
pocos meses, "Identidad borrada" ("Boy erased", 2018) de
Joel Edgerton, que me gustó más.
Y
ahora, para seguir aprendiendo, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena:
- "Vosotros enviáis a vuestro hijo al
maestro; pero son los condiscípulos quienes lo educan". (Ralph W. Emerson).
- "No aprendemos gracias a la escuela,
sino gracias a la vida". (Séneca).
- "Todo hombre recibe dos educaciones: la
que le dan y la que él se da; esta última es la más importante". (Edward Gibbon).
- "La base de la urbanidad, de la buena
educación, es moral: no hagas a otro lo que no quieras que te hagan a
ti". (Amando de Miguel).
Besos
y abrazos,
Don.
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