jueves, 4 de julio de 2019

Cuarto de juegos matutinos

¡Buenos días!

Hoy día cuatro me meto de nuevo a este lúdico cuarto matutino para retozar lo mejor que sé y puedo por entre mis chispeantes sinapsis a ver que consigo sacar de mis entendederas que me ayude a tratar de comprender, no ya lo que me rodea, sino además a mí mismo. No hay nada como jugar para mejor lograrlo. Por lo demás, el verano sigue a lo suyo, despreocupado cual juguetón infante con sus habituales divertimentos, tales como hacernos sudar la gota gorda sin apenas movernos. La máxima prevista para hoy será de 35ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación por ordenador, de la Pixar, "Toy story 4", de Josh Coley. Es el debut como director de este guionista y animador de otras de la Pixar. Es la cuarta entrega de la saga, y la cuarta que veo tras las tres anteriores: "Toy story 3" (2010) de Lee Unkrich; "Toy story 2" (1999) de John Lasseter, Ash Brannon, Lee Unkrich; y "Toy story" (1995) de John Lasseter, el primer largo de animación por ordenador (en su totalidad) de la historia del cine.

Los juguetes del niño protagonista de los anteriores episodios, ya en la universidad, han pasado a ser de una nueva niña que debe enfrentarse a su primer día de colegio, donde como primera actividad crea un simple juguete a partir de un tenedor de plástico desechable que recoge de una papelera y lo convierte en su bien más preciado. El caso es que este nuevo juguete no se siente tal, no tiene conciencia de lo que es ahora y no cesa de lanzarse temerariamente a todo cubo de basura que encuentra, que es lo único que ha conocido en su corta vida, así que el resto de lúdicos colegas deben ayudarle a saber quien es y cual es su noble cometido.

Una más que sobresaliente película (nota: 10), apta para todas las edades; la mejor con diferencia de toda la saga, por lo que a mí respecta, y la más madura; de excelentísimas maneras formales y prodigioso virtuosismo técnico, siempre al servicio de la requetemagnífica historia que nos narra; profunda, muy, muy divertida y emocionante, incluso emotiva a ratos, en su justa medida... cosas del amor y las renuncias que conlleva este compromiso.

Rezumando empoderamiento femenino, nos habla, y muy bien, de varias cuestiones: del cambio (cosas de crecer y madurar) que sufre no solo la niña sino también sus juguetes, cada vez más expuestos al mundo exterior en sus aventuras; de la camaradería entre todos; de no pertenecer a nadie; de saber jugar con cualquier fruslería (como bien saben hacer los niños), mucho más divertida que juguetes ex profeso; de saber enfrentarse a las pérdidas (materiales y emocionales); de...

Por cierto, no salgáis de la sala oscura en cuanto empiecen los créditos finales, pues durante ellos está lo mejor de la película, brillantísima coda. Tan refulgente como los cortos Pixar que llevo varios largos echando en falta, casi siempre mejores que los excelentísimos largos que prologaban o teloneaban... ¿volverán las oscuras golondrinas... que recitaba Gustavo Adolfo Bécquer?

Pues jugueteando por ahí me encontré estas citas de sabiduría ajena, que espero nos ayuden a ver el lado divertido de la vida y jugar, en el buen sentido, con ella:

 - "No abandonéis nunca vuestros negocios por vuestro placer, pero trazaros una especie de regla, que os permita momentos de libertad y de diversión".  (Luis XIV).

 - "Nuestro cerebro es el mejor juguete que se ha creado. En él están todos los secretos, incluso el de la felicidad".  (Charles Chaplin).

Besos y abrazos,

Don.
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