¡Cómo
no voy a perdonarles por ello!... si lo hacen con mi más absoluto
consentimiento... o inconsciencia, recreándolos además con mucho estilo, y
luego les dejo que lo distribuyan a través de los informáticos bits. Desde
luego lo que ya no tiene perdón es que no salgamos a la calle a disfrutar de
estos hedónicos días de primavera en medio del invierno de calendario, de
anticiclónica calma chicha, sol a raudales y tibieza térmica. Hoy, por ejemplo,
con 19ºC de máxima prevista por los madriles.
Este
fin de semana estuve en el cine viendo "¿Podrás perdonarme algún día?"
("Can you ever forgive me?"), de Marielle Heller, basado en el libro
autobiográfico homónimo de Lee Israel, y con Melissa McCarthy y Richard E.
Grant. Segundo largo de esta directora, de quien había visto su anterior,
"The diary of a teenage girl" (2015).
Lee
Israel es una biógrafa que en el pasado tuvo cierto éxito con algunas de sus
obras, y ahora trata de sobrevivir a los malos tiempos pues nadie la contrata
debido a su desagradable carácter. Es una misántropa que solo quiere a su gato,
alcohólica y desastrada. Para pagar sus gastos corrientes y deudas cada vez mayores,
empieza a falsificar, y a inventarse con gran ingenio, cartas de gente famosa
que vende a coleccionistas. Le va tan bien que los marchantes y la policía
empiezan a sospechar. Cuando se apercibe de esto, recurre a un amigo ocasional
para que dé la cara por ella y quedarse en la sombra, solo escribiendo, y
además empieza a robar las auténticas de bibliotecas y archivos, dando el
cambiazo por las falsas, y así vender las originales.
Una
muy buena película (nota: 7) esta tragicomedia sobre el devenir como
falsificadora ocasional de esta escritora, socarrona inadaptada social, gran
personaje, que deja entrever una mordaz sátira sobre el mundo del
coleccionismo, cuajado de papanatas, así como de las miserias del capitalismo,
pues se vende cualquier cosa aun a sabiendas, o con fundadas sospechas, de su
no perfecto estado, que dinero es dinero. Tiene toques de agudo humor esta
historia de dos soledades, de dos pícaros perdedores que se alían por
necesidad, para sobrevivir, y que acaban por ser, ya desde el mismo principio
de la historia, muy entrañables, a pesar de sus pesares.
Llegamos
a la sección de sabiduría ajena, que sería imperdonable el no poner por aquí
unas citas de sabiduría ajena, sin ánimo de plagio:
- "La falsedad está tan cercana a la
verdad, que el hombre prudente no debe situarse en un terreno
resbaladizo". (Cicerón).
- "Nada parece tan verdadero que no pueda
parecer falso". (Montaigne).
- "Yo te perdono el mal que me haces por
lo bien que me sabes". (Refrán).
Besos
y abrazos,
Don.
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