viernes, 5 de mayo de 2017

Manejando los hilos matutinos

¡Buenos días!

Otro matutino más que sale de la factoría de mis sinápticas tramas neuronales y que, casi desde el mismo momento en que lo cuelgo en el mundo virtual, rompe ataduras conmigo para decidir vivir su propio destino, sin apenas dejar que lo maneje a mi antojo más allá de su salida al mundo. Por lo demás, no sé quién ha sido el que, tras varios días de sol y tirando de sus hilos, ha decidido ponernos nubarrones cada vez más grises esta mañana que amenazan con chaparrones y tal vez rayos y truenos, ratitos de sol, y vuelta a empezar... las típicas tormentas primaverales que van y vienen... con 22ºC de máxima prevista para hoy por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La mano invisible", de David Macián, y con José Luis Torrijo, Esther Ortega, Eduardo Ferrés, Josean Bengoetxea, Bárbara Santa-Cruz, Daniel Pérez Prada, Marina Salas, Elisabet Gelabert, Marta Larralde, Bruto Pomeroy, y Christen Joulin. Es el primer largo de este director, que está basado en la novela homónima de Isaac Rosa.

Tras un proceso selectivo once personas en paro de larga duración, cosas de la crisis, son contratadas por una misteriosa empresa para que desempeñen reiterativamente, un día tras otro en jornadas de ocho horas, su profesión en una nave industrial con presencia de público que asiste gratuitamente a la función, especie de reality show en directo sin cámaras de por medio. Un albañil que levanta un muro y al final lo derriba, una costurera que cose prendas de vestir que luego destruye, un mecánico que desmonta un coche para volver a montarlo pieza a pieza, un carnicero que despieza animales para luego tirar todo a la basura, una teleoperadora que realiza una encuesta CATI sobre satisfacción en el trabajo, etc. No saben realmente para qué están allí, y además, conforme avanzan los días, les van exigiendo más rendimiento por el mismo salario. Los roces entre ellos aumentan.

Una buena película (nota: 6), bien hecha y con buenas actuaciones, esta curiosa propuesta de absurda situación de partida (o no tanto), bastante minimalista, y que da bastante que pensar. Especie de parábola social sobre la insatisfacción, explotación y precariedad laborales, sobre el trabajo reiterativo sin significado ni aparente utilidad ni mucho sentido. ¿Es posible motivarse en esas situaciones? ¿Sirve para algo lo que hacemos en nuestros trabajos? ¿Hasta dónde podríamos aguantar? Estas y otras variopintas cuestiones nos provoca este film.

Ahora unas citas de sabiduría ajena con las que hacer trabajar algo más a nuestras entendederas:

 - "Los hombres, en general, no son sino marionetas maltratadas por un titiritero".  (Giovanni Papini).

 - "Es una locura trabajar toda la vida si nuestra imaginación y nuestros esfuerzos no tienden hacia un objeto determinado".  (Marco Aurelio).

 - "Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto, la vida es una esclavitud".  (Máximo Gorki).

 - "Quien trabaja lo hace con la esperanza de ganar con ello un día la liberación de su vida, de poder en su hora dejar de trabajar y... comenzar de verdad a vivir".  (José Ortega y Gasset).

 - "Si a la gente le gustara de veras trabajar, aún estaríamos labrando la tierra con arados de madera y cargándonos los bultos a la espalda para llevarlos de un lado para otro".  (William Feather).

Besos y abrazos,

Don.
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