miércoles, 24 de mayo de 2017

Matutina aceptación del adiós

¡Buenos días!

Al final de este matutino, como con todos, nos volveremos a despedir, con fluida y armoniosa naturalidad, y cada uno seguiremos después nuestros respectivos caminos, que tal vez vuelvan a reencontrarse con renovados buenos días. El que no parece querer irse es este calor veraniego a destiempo, hoy de nuevo con 32ºC de máxima prevista, así que no preveo despedirme de él en bastantes días, a tenor de las previsiones, con lo que no me quedará otra que dejarme agobiar con resignación, pues luchar contra los inevitables elementos no lleva a buen puerto.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "No sé decir adiós", de Lino Escalera, y con Nathalie Poza, Juan Diego, y Lola Dueñas. Es el debut en el largo de este director, con el que ganó varios premios en el reciente Festival de Málaga.

Una estresada ejecutiva, cabreada permanentemente con el mundo, con problemas para gestionar sus emociones y que se entrega a diversas toxicomanías para intentar ahogar sus pesares, recibe la llamada de su hermana, que le dice que su padre, con quien hace tiempo que no se habla, está gravemente enfermo y el médico le ha dado pocos meses de vida. Ese mismo día se traslada a la casa familiar en un pueblo de Almería, y una vez allí, puesto que no acepta el diagnóstico facultativo y contra la opinión de todos, se lleva furtivamente a su padre para que lo traten en Barcelona. Durante el viaje, en su huida hacia adelante de una realidad que no quiere afrontar, intentará retomar apresuradamente la relación con su padre.

Una muy buena película (nota: 7) este drama familiar que acongoja desde las antípodas del sentimentalismo, con el que al principio no empatizaba, que no me lo ponía fácil, pero que al final sí consiguió engancharme, por su estupendo modo de enfocar estas peliagudas cuestiones sobre afrontar la muerte (la propia o la de allegados) a través de estos dos personajes de difícil carácter y con bastante minusvalía emocional e incapaces de expresar adecuadamente y en su justo momento los sentimientos que les oprimen.

Ahora unas citas de sabiduría ajena con las que despedir circunspectamente a este matutino que acepta que su tiempo se acabó y se nos va cuando debe:

 - "¡Lo terrible no es la llegada de la muerte, sino el adiós a la vida!".  (Maurice Maeterlinck).

 - "Si quieres poder soportar la vida, debes estar dispuesto a aceptar la muerte".  (Sigmund Freud).

 - "El arte de vencer las grandes dificultades se estudia y adquiere con la costumbre de afrontar las pequeñas".  (Cristina Trivulzio di Belgioioso).

 - "Aceptar nuestra vulnerabilidad en lugar de tratar de ocultarla es la mejor manera de adaptarse a la realidad".  (David Viscott).

Besos y abrazos,

Don.
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