¡Buenos
días!
Como
en una olla de esas me voy a sentir como siga subiendo el termómetro, que para
hoy están previstos 33ºC de máxima por los madriles, con bochornosa sensación
que no afloja, en mi caso por calor excesivo al que me gustaría disfrutar, y en
el judicial o moral de algunos (bastantes) políticos y adláteres... ¡vaya usted
a saber el porqué!... y esto lo digo por los casos que todavía no han salido a la
palestra...
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "El caso Sloane"
("Miss Sloane"), de John Madden, y con Jessica Chastain, Mark Strong,
Gugu Mbatha-Raw, John Lithgow, Michael Stuhlbarg, Sam Waterston, y Alison Pill.
De este director había visto cuatro de sus anteriores films: "El exótico Hotel Marigold" ("The best exotic
Marigold Hotel", 2011), "La deuda" ("The debt", 2010), "La verdad oculta" ("Proof", 2005), y "Shakespeare in love" (1998).
Una
ambiciosa, implacable, fría y calculadora ejecutiva de una empresa consultora
que trabaja para el lobby que mejor pague con el fin de intentar que los
políticos modifiquen su voto ante determinadas leyes que les perjudican, sea a
través de presión verbal o buscando trapos sucios para chantajearlos, la más
reputada y temida en su profesión, decide cambiar de empresa cuando le encomiendan
que haga presión para que no prospere una ley que pondría restricciones a la
venta indiscriminada de armas en los Estados Unidos, alegando que no puede
trabajar en algo que va en contra de sus ideales. Se marcha a la que lucha por
lo contrario, para defender una causa que parece perdida de antemano.
Una
muy buena película (nota: 7) este intenso thriller político con mucho
empaque que, si bien al principio me descolocó, enseguida consiguió atraparme y
hacerme pasar un rato estupendamente entretenido y darme bastante que pensar.
Cuajada de vertiginosos diálogos, algunos bastante afilados, a través de la
peripecia de la estratega protagonista, obsesionada con ganar a cualquier
precio y que parece haber asimilado perfectamente las enseñanzas de "El
arte de la guerra" de Sun Tzu, entre otras esa que dice más o menos que a
veces para ganar hay que perder, se hace una crítica de los tráficos de
influencias entre lobbies y políticos, más interesados estos en el dinero de
mordidas y en conservar el sillón que en trabajar éticamente por el bien de la
sociedad, pues lo hacen por los adinerados que les untan (con dinero o
"puertas giratorias") para influir en sus decisiones. Resumiendo,
¡qué estamos regidos más por una plutocracia en la sombra que por una democracia!
Por sus maneras y parte de su temática, me trajo reminiscencias de la estupenda
"Michael Clayton" (2007) de Tony Gilroy.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena a las que espero hagáis caso y tengáis en buena
consideración:
- "Triunfan aquellos que saben cuando
luchar y cuando no". (Sun Tzu).
- "De derrota en derrota, hasta conseguir
la victoria". (Mao Tse-Tung).
- "Un abogado hará cualquier cosa para
ganar un caso. A veces, incluso, puede llegar a decir la verdad". (P. Murray).
Besos
y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario