jueves, 18 de mayo de 2017

Desde el paradisiaco umbral matutino

¡Buenos días!

Otra mañana más en la que tras un breve momento de expiatoria introspección a las puertas de entrada de los matutinos me adentro sin mayores titubeos en ellos, con su plena aquiescencia, a disfrutar de este edén colmado de anímico maná para mí que casi me hace sentir un superhombre, dejando atrás eventuales e infernales tormentos... y muy probablemente también hoy, primaverales tormentas, con sus consabidos rayos y truenos y más o menos breves jarreadas de agua. La máxima para hoy por los madriles baja ocho graditos respecto a la de ayer, y se quedará en 20ºC, casi paradisiaca temperatura, suavizando sobremanera los ardores casi veraniegos de recientes días, purgándolos, diría yo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Paraíso" ("Rai"), de Andrei Konchalovsky, y con Julia Vysotskaya, Christian Clauss, y Philippe Duquesne. De este veteranísimo director ruso, amén de alguna de sus anteriores películas rodadas en Hollywood en el pasado siglo, había visto su inmediata anterior, "El cartero de las noches blancas" ("Belye nochi pochtalona Alekseya Tryapitsyna", 2014).

Durante la II Guerra Mundial las vidas de tres personas se entrecruzan: durante una redada una condesa rusa afincada en París, y miembro de la resistencia francesa, es arrestada por esconder en su piso a dos niños judíos y será interrogada por un policía francés colaboracionista, al que trata de sobornar ofreciéndole sus favores sexuales. De resultas, será deportada a un campo de concentración, donde se encontrará con un alto oficial de las SS allí destinado, también aristócrata, y con el que tuvo un breve affaire romántico y sexual diez años antes cuando coincidieron casualmente de vacaciones en la Toscana.

Una muy buena película (nota: 7), de bella fotografía en blanco y negro, y muy original mirada sobre el asunto tratado, este drama que, a través de las asépticas confesiones de los tres personajes principales desde la purgatoria antesala al edén, que se van alternando con los hechos narrados, va relatando el infernal holocausto, trivial efecto colateral del paraíso ario (según sus ideólogos), expresando además cada uno las motivaciones de sus actos, mera consecuencia de la "normalidad" reinante en sus entornos, sin tener autoconciencia de su maldad. El horror y la condición humana llevada a situaciones de extrema supervivencia son mostrados con modesto recato y se destila la relatividad del bien y del mal y que estas atrocidades provocadas por entregarse ciegamente a un ideal están siempre al borde de volver a repetirse, solo hace falta el aleteo de una mariposa y las condiciones adecuadas.

Ahora unas citas de sabiduría ajena que no sé si serán la purga de Benito, pero seguro que remedian algo:

 - "Los amos del pueblo serán siempre aquellos que puedan prometerle un paraíso".  (Remy de Gourmont).

 - "Solo durante los tiempos difíciles es donde las personas llegan a entender lo difícil que es ser dueño de sus sentimientos y pensamientos".  (Anton Chejov).

 - "El hombre no toma conciencia de su ser más que en las situaciones límite".  (Karl Jaspers).

 - "La felicidad no consiste en realizar nuestros ideales, sino en idealizar lo que realizamos".  (Alfred Tennyson).

 - "Y no hay deleites humanos
ni más grandes ni más sanos
que estos que son mi ideal:
pan de trigo candeal
comido en paz y entre hermanos".  (José María Gabriel y Galán).

Besos y abrazos,

Don.
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