¡Buenos días!
Espero que este matutino no
se consuma con su uso, ni se disuelva envuelto en hongos putrefactores (por si
acaso tengo preparado el fungicida), sino que perdure algo más, quizá como un
grafito mural callejero, o más todavía, como esos prehistóricos sobre roca
cavernícola de altas miras. Este verano, que sigue fungiendo (ejerciendo sus
funciones) como suele, con máxima prevista para hoy de 29ºC, se nos terminará
por consumir de tanto usarlo, como ese amor de la canción de la Jurado (Rocío),
el próximo y equinoccial día 23, a las 10:21 hora peninsular.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Los hongos", de Óscar Ruíz
Navia, y con Jovan Alexis Marquinez y Calvin Buenaventura. Es el segundo largo,
y primero suyo que veo, de este director colombiano.
Un joven que trabaja en la
construcción se dedica por las noches a pintar grafitis por su barrio de la
ciudad de Cali (Colombia). Un día le echan del trabajo al descubrir que sisa
botes de pintura con los que realiza sus obras. Sin nada mejor que hacer, busca
a su mejor amigo, otro grafitero que estudia bellas artes junto a su novia, y
se unen a otros más para pintar un enorme mural reivindicativo contra las
injusticias sociales.
Una película casi
documental, aunque cuente una historia de ficción con actores no profesionales
que se interpretan a sí mismos, que me aburrió soberanamente (nota: 2),
a pesar de un par de escenas que me interesaron, especialmente la última, con
los dos protagonistas subiendo y subidos a un árbol inmenso, de una belleza
apabullante, irreal y mágica, casi lisérgica, cual si hubiera tomado un hongo
alucinógeno, aunque fuera muy real. Lo de los hongos del título no lo vi por ningún
sitio, tan sólo en la sinopsis del film en varias páginas web. Y la historia
que se nos cuenta... no sé muy bien qué se nos quería contar en esta película
bastante deslavazada e incongruente.
Por cierto, ya que estamos,
para mí el grafiti es arte del bueno, en bastantes de las ocasiones que lo veo; sí esas pinturas entre reales y surreales, la mar de fantasiosas; no en el caso
de pintarrajos garabateados cual firma en clave hechos por jovenzuelos con
necesidad de reafirmación y reconocimiento.
Ahora algo de sabiduría
ajena, de esa que ha perdurado en el tiempo sin enmohecerse hasta llegar a
nosotros:
- "La ociosidad, como el moho, desgasta
mucho más rápidamente que el trabajo".
(Benjamín Franklin).
- "Las ideas no son unas pinturas mudas
sobre una pizarra; una idea, en tanto que es idea, incluye una afirmación o una
negación". (Baruch Benedict
Spinoza).
- "Cuando siento una necesidad de
religión, salgo de noche para pintar las estrellas". (Vincent van Gogh).
- "La pintura es el arte de proteger la
superficie plana de los daños del clima para exponerla a los daños de la
crítica". (Ambrose Bierce).
Besos y abrazos,
Don.
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