¡Buenos días!
Me siento casi en la cima
del mundo cada vez que accedo a estos matutinos, dejando abajo eventuales
nubarrones que pudieran amenazarnos y empaparnos de tribulaciones, y cuya traca
de luz y sonido más parecen festivos fuegos artificiales desde aquí. Y en
cuanto a estos ultimísimos días de verano, de veranillo, tampoco ni rastro de
la más leve nube, con sol a raudales, y temperaturas máximas previstas para hoy
de 27ºC, para recibir así, con radiante y vivificante luminosidad al equinoccio
otoñal de pasado mañana, como debe ser.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo "Everest", de Baltasar Kormákur,
y con Jason Clarke, Josh Brolin, Jake Gyllenhaal, John Hawkes y Emily Watson,
entre muchos otros, que es una película bastante coral. Es el primer film que
veo de este director islandés.
En la primavera de 1996
diversos grupos de alpinistas de varias nacionalidades y experiencia muy dispar
se preparan para encarar el ascenso a la cima del Everest. Dos de ellas
lideradas por dos experimentados alpinistas que montaron sendas empresas de
turismo aventura de alto riesgo. Ya durante el ascenso se montan
"atascos" en los estrechos pasos, retrasando la marcha. Y una de las
más terribles tormentas se cernirá sobre ellos, amenazando sus vidas cuando
inician el descenso.
Una película entre buena y
regular (nota: 5), de buena fotografía, y basada en hechos
reales, en el mayor desastre habido en la ascensión a la cima del mundo por el
número de muertos, quizá debido al caos que hubo en la organización. Tiene el
defecto de que con tantos personajes a veces se liaba bastante y era difícil
saber quién era quien. Se critica la comercialización del muy personal espíritu
de aventura de algunos alocados y su muchas veces desmedidamente tonto afán de
superación. Una historia en la que el adversario del hombre, más que la
imponente montaña y su voluble e imprevisible clima, y toda la naturaleza
junta, es la misma estupidez humana. Al respecto de films sobre alpinismo, me
sigo quedando con el sobresaliente y recomendabilísimo "Tocando el vacío" ("Touching the void",
2003) de Kevin McDonald.
Ahora algo de sabiduría
ajena que nos ayude a alcanzar las más altas cotas, y también a saber volver de
ellas:
- "Ningún timorato llegó a las altas
cumbres". (Publio Siro).
- "El hombre puede trepar hasta las más
altas cumbres, pero no puede vivir allí mucho tiempo". (George Bernard Shaw).
- "Construye tu cabaña en el valle, pero
nunca lo hagas en la cima".
(Heinrich Heine).
- "Para quienes ambicionan el poder no
existe vía media entre la cumbre y el precipicio". (Tácito).
- "La humanidad, partiendo de la nada y
con su sólo esfuerzo, ha llegado a alcanzar las más altas cotas de
miseria". (Groucho Marx).
Besos y abrazos,
Don.
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