¡Buenos días!
Otro matutino más al que
acudo, como de costumbre, para ver cómo les va. Pues bien, por cierto. Visitas
de mucho más que cortesía, que tanto ellos que me reciben, como yo que me
entrego, y viceversa, lo hacemos por puro gusto, mutuo placer. Por lo demás,
¡hay que ver cómo está el tiempo!, que todavía no se ha despedido el verano, y
ya ha querido el otoño echarle de su hogar, ¿te lo quieres creer?, antes de
pasar el umbral equinoccial, como corresponde; pero ya hoy vuelve a lucir el
sol, tras las ventosas lluvias de ayer, y las temperaturas subirán de nuevo
hasta el veranillo durante los próximos días, desde los 20ºC de máxima
previstos otra vez para hoy, hasta casi rozar la treintena el próximo fin de
semana.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "La visita" ("The
visit"), de M. Night Shyamalan, y con Olivia DeJonge, Ed Oxenbould,
Kathryn Hahn, Deanna Dunagan, y Peter McRobbie. De este estupendo director y
guionista he visto casi todos sus films, en concreto: la muy mala "After Earth" (2013), "El incidente" ("The happening", 2008),
"La joven del agua" ("Lady in the water",
2006), la espléndida "El bosque" ("The village", 2004), "Señales" ("Signs", 2002), "El
protegido" ("Unbreakable", 2000), y "El sexto sentido" ("The sixth sense", 1999).
Una madre a la que su marido
abandonó con dos hijos pequeños envía a estos, un chico y una chica ya de 13 y
15 años respectivamente, a casa de sus abuelos maternos durante una semana,
quienes los reciben muy afectuosamente y con sumo agrado, a pesar de que la
madre huyó del hogar cuando estudiante junto a su profesor, de quien se enamoró
y con quien se casó, y jamás volvió, así que los abuelos no conocen a sus
nietos. Estos, con sus cámaras caseras, están rodando un documental sobre su
estancia allí, y poco a poco irán dándose cuenta del cada vez más extraño
comportamiento de los yayos, quienes guardan un oscuro secreto.
Una muy buena película (nota:
7), y muy divertida, este thriller de terror, más bien suspense y
algunos sustitos, con algo de drama y bastante jocosa comedia; y una especie de
cuento de hadas con su bruja y todo, también, que destila su moraleja de
fábula. Una atmósfera tranquila, de sereno día de invierno, envuelve la
inquietante y dosificada tensión de la trama, pero punteada por las gracias de
los chavales, un hallazgo, espontáneos, divertidos y con sumo desparpajo los
dos, especialmente él. Unas cuantas buenas carcajadas me eché. Por dentro corre
una historia que nos habla de seniles miserias cotidianas y de traumas
infantiles (y adolescentes), del miedo que a veces da la gente muy mayor a
algunos niños; y de la que se extraen enseñanzas, tal y como dice su director,
como que dejarse llevar por los resentimientos pasados puede hacer bastante
daño, que mejor es perdonar e intentar reconciliarse, cuanto antes mejor, que
nunca se sabe lo que puede pasar si lo dejamos para más tarde.
Tras sus dos fiascos
anteriores (vi sólo uno, su anterior film "After Earth"), Shyamalan ha vuelto por sus fueros con
esta modesta película de suave terror, que me sorprendió agradablemente,
contada desde el cotidiano y subjetivo punto de vista de los objetivos de las
cámaras de los dos muchachos, no a través de sus ojos, ella apostando por el
cine como arte y medio para mejorar la convivencia, y él por los televisivos,
efectistas y populares reality shows. Y en esa dicotomía bascula
inteligentemente este film.
Ahora algo de sabiduría
ajena, conveniente el revisitarla con cierta frecuencia, para tal vez quitarnos
algunos tontos miedos:
- "Con la audacia se encubren grandes
miedos". (Lucano).
- "Visitas, pocas y cortitas". (Refrán).
- "Las visitas siempre proporcionan
placer... si no a la llegada, a la despedida". (Proverbio portugués).
Besos y abrazos,
Don.
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