jueves, 17 de septiembre de 2015

Frecuentes visitas matutinas

¡Buenos días!

Otro matutino más al que acudo, como de costumbre, para ver cómo les va. Pues bien, por cierto. Visitas de mucho más que cortesía, que tanto ellos que me reciben, como yo que me entrego, y viceversa, lo hacemos por puro gusto, mutuo placer. Por lo demás, ¡hay que ver cómo está el tiempo!, que todavía no se ha despedido el verano, y ya ha querido el otoño echarle de su hogar, ¿te lo quieres creer?, antes de pasar el umbral equinoccial, como corresponde; pero ya hoy vuelve a lucir el sol, tras las ventosas lluvias de ayer, y las temperaturas subirán de nuevo hasta el veranillo durante los próximos días, desde los 20ºC de máxima previstos otra vez para hoy, hasta casi rozar la treintena el próximo fin de semana.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La visita" ("The visit"), de M. Night Shyamalan, y con Olivia DeJonge, Ed Oxenbould, Kathryn Hahn, Deanna Dunagan, y Peter McRobbie. De este estupendo director y guionista he visto casi todos sus films, en concreto: la muy mala "After Earth" (2013), "El incidente" ("The happening", 2008), "La joven del agua" ("Lady in the water", 2006), la espléndida "El bosque" ("The village", 2004), "Señales" ("Signs", 2002), "El protegido" ("Unbreakable", 2000), y "El sexto sentido" ("The sixth sense", 1999).

Una madre a la que su marido abandonó con dos hijos pequeños envía a estos, un chico y una chica ya de 13 y 15 años respectivamente, a casa de sus abuelos maternos durante una semana, quienes los reciben muy afectuosamente y con sumo agrado, a pesar de que la madre huyó del hogar cuando estudiante junto a su profesor, de quien se enamoró y con quien se casó, y jamás volvió, así que los abuelos no conocen a sus nietos. Estos, con sus cámaras caseras, están rodando un documental sobre su estancia allí, y poco a poco irán dándose cuenta del cada vez más extraño comportamiento de los yayos, quienes guardan un oscuro secreto.

Una muy buena película (nota: 7), y muy divertida, este thriller de terror, más bien suspense y algunos sustitos, con algo de drama y bastante jocosa comedia; y una especie de cuento de hadas con su bruja y todo, también, que destila su moraleja de fábula. Una atmósfera tranquila, de sereno día de invierno, envuelve la inquietante y dosificada tensión de la trama, pero punteada por las gracias de los chavales, un hallazgo, espontáneos, divertidos y con sumo desparpajo los dos, especialmente él. Unas cuantas buenas carcajadas me eché. Por dentro corre una historia que nos habla de seniles miserias cotidianas y de traumas infantiles (y adolescentes), del miedo que a veces da la gente muy mayor a algunos niños; y de la que se extraen enseñanzas, tal y como dice su director, como que dejarse llevar por los resentimientos pasados puede hacer bastante daño, que mejor es perdonar e intentar reconciliarse, cuanto antes mejor, que nunca se sabe lo que puede pasar si lo dejamos para más tarde.

Tras sus dos fiascos anteriores (vi sólo uno, su anterior film "After Earth"), Shyamalan ha vuelto por sus fueros con esta modesta película de suave terror, que me sorprendió agradablemente, contada desde el cotidiano y subjetivo punto de vista de los objetivos de las cámaras de los dos muchachos, no a través de sus ojos, ella apostando por el cine como arte y medio para mejorar la convivencia, y él por los televisivos, efectistas y populares reality shows. Y en esa dicotomía bascula inteligentemente este film.

Ahora algo de sabiduría ajena, conveniente el revisitarla con cierta frecuencia, para tal vez quitarnos algunos tontos miedos:

 - "Con la audacia se encubren grandes miedos".  (Lucano).

 - "Visitas, pocas y cortitas".  (Refrán).

 - "Las visitas siempre proporcionan placer... si no a la llegada, a la despedida".  (Proverbio portugués).

Besos y abrazos,

Don.
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