martes, 30 de junio de 2015

¿Qué horas son estas para un matutino?

¡Buenos días!

Pues las de siempre, ni antes ni después, pues aunque no hay reglas claras al respecto, los matutinos llegan cuando tienen que llegar, van y vuelven cuando les place. Y punto redondo. Así que sin reprimendas que valgan, estos matutinos siguen su curso, y yo dentro de ellos en estos momentos mañaneros en que mis maternales hadas y ninfas me cuidan con esmero y velan porque todo me vaya bien. Respecto del clima, esto ya está pasando de castaño oscuro, que este verano parece querer agobiarnos y sofocarnos con estos torridísimos días de máximas (oficiales) por encima de los 40ºC, hoy ligeramente por debajo. Confiemos en que su calidez natural vuelva a su ser, sin ponerse tan estricto con nosotros.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Una segunda madre" ("Que horas ela volta?"), de Anna Muylaert, y con Regina Casé, Camila Márdila, Karine Teles, Lourenço Mutarelli y Michel Joelsas. Es el primer largo que veo de esta directora y guionista brasileña.

Una empleada de hogar lleva trabajando como interna durante muchos años para una muy acomodada familia de Sao Paulo, cuidando como una segunda madre al hijo de la pareja, al que quiere como si fuera el suyo propio. Un día, la hija de la criada, a la que tuvo que dejar hace más de diez años al cargo de unos familiares, y a la que no ha visto casi desde entonces, le dice que irá a la ciudad porque tiene que examinarse allí de la selectividad. A regañadientes se aloja por unos días en la casa de los señores junto a su madre. La presencia de la joven hará tambalear el rígido orden familiar (los señores arriba, los criados abajo), vulnerando unas normas que desconoce, y que le parecen caciquiles, al contrario que a su sumisa madre, que no para de reprenderla por ello.

Una muy buena película (nota: 7) este "drama gracioso", en palabras de su propia directora, en el que con sutil ironía se denuncian las diferencias de clase en el Brasil actual. Además de hacer amable crítica social, no sin mordiente y con mucha carga de profundidad, también se reflexiona sobre lo que verdaderamente nos hace padres, dejando caer que todavía quedan ciertas barreras que superar en esta acomodada sociedad nuestra. Al respecto de esto de la paternidad, esta película nos muestra también esa tremenda paradoja de la gente rica, que no tiene tiempo de cuidar a sus hijos, o eso dicen, y contratan niñeras para cuidarlos, quienes en su mayoría (las internas) tampoco tienen tiempo para los suyos, que cuidan familiares con el dinero que ellas envían; y al final batiburrillo de roles y afectos cruzados. Todo esto se muestra tal cual, sin demonizar a unos ni ensalzar a otros, que cada cual hace lo que buenamente puede... o más bien quiere.

Ahora algo de sabiduría ajena, cual sabios consejos maternos, que espero aprendamos con aprovechamiento, para una más feliz vida, si es que se puede:

 - "Jamás me sujeto a las horas: las horas son hechas para los hombres, y no el hombre para las horas".  (François Rabelais).

 - "No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos".  (Friedrich von Schiller).

 - "La libertad, por lo que respecta a las clases sociales inferiores de cada país, es poco más que la elección entre trabajar o morirse de hambre".  (Samuel Johnson).

 - "La clase de felicidad que necesito es menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero".  (Jean Jacques Rousseau).

Besos y abrazos,

Don.
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