¡Buenos días!
Es curioso, pero de tan
cotidianos, a veces los miro y me parecen de lo más raros, me produce cierta
extrañeza su peculiar mundo, en el que por otra parte me siento tan bien
acogido, y me quedo medio atónito, sin salir de mi asombro, hasta que vuelvo a
ellos antes de volver a la realidad. Son momentos puntuales, que también me
suceden fuera de la pecera matutina, en el otro mundo real, en el que paso la
mayor parte del tiempo. Y es de lo más normal que a tres días del solsticio
veraniego haga calor, cada vez más, con máxima prevista para hoy de 28ºC.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Los insólitos peces gato", de
Claudia Sainte-Luce, y con Ximena Ayala, Lisa Owen, Sonia Franco, Wendy
Guillén, Andrea Baeza, y Alejandro Ramírez Muñoz. Es el debut en el largo de
esta directora mexicana.
Una joven solitaria que
trabaja en un hipermercado promocionando salchichas sufre un ataque de
apendicitis, y en la sala de urgencias conoce a una mujer, que está en la cama
de al lado tras uno de los frecuentes ataques agudos de su enfermedad terminal.
Esta mujer vive con sus cuatro hijos, tres chicas y un niño, de tres maridos
diferentes. Ambas salen a la vez del hospital y la mujer invita a la joven a su
casa, que acabará quedándose, totalmente integrada en la peculiar y algo
alocada familia, sin embargo muy bien avenida, estableciendo una cómplice
amistad con todos, y ejerciendo de madre sustituta con los más pequeños, junto
con la hermana mayor, conforme se va agravando la enfermedad de la madre.
Una película con la que no
conecté (nota: 4), que me aburrió bastante, salvo escasos
y brevísimos instantes. Ritmo pausado y buenas maneras formales, aunque me
pareció algo inconexa a veces, dejándome en un estado de extrañeza similar al
de la protagonista al conocer a esta atípica familia que le ayudó a salir de su
atonía vital. Una historia sobre la soledad y la necesidad de compañía y mutuo
consuelo que todos necesitamos en mayor o menor grado. Y también de vivir la
vida con alegre entusiasmo a pesar de la muerte.
Ahora algo de extraordinaria
sabiduría ajena, que a lo mejor nos entona y alivia de algunas eventuales
cuitas:
- "La soledad es el patrimonio de todas
las almas extraordinarias". (Arthur
Schopenhauer).
- "¡Oh, soledad, alegre compañía de los
tristes!". (Miguel de Cervantes).
- "Un hombre solo siempre está en mala
compañía". (Paul Valéry).
- "Triste puedo estar solo; para estar
alegre necesito compañía". (Elbert
Hubbard).
- "¿Por qué, en general, se rehúye la
soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo
mismos". (Carlo Dossi).
- "Yo necesito compañeros, pero
compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde
vaya". (Friedrich Nietzsche).
Besos y abrazos,
Don.
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