lunes, 1 de junio de 2015

No pienso contar las vacaciones de los matutinos

¡Buenos días!

Sí, como casi todo el mundo ellos también se van de vacaciones cuando les toca, aunque jamás os cuento nada de ellas, que son un secreto que ni yo mismo sé, perdidos en mis más recónditas y paradisiacas sinapsis neuronales, pero imagino que disfrutarán tanto como mis niños que son. Seguimos de calurosa primavera, de esa que quiere irse ya de veraneo, con máximas rondando los 30ºC por los madriles, y que nos invitan a la holganza vacacional. Carpe diem.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una divertidísima película que os recomiendo que vayáis a ver. Se trató de "Nuestro último verano en Escocia" ("What we did on our holiday"), de Andy Hamilton y Guy Jenkin, y con Rosamund Pike, David Tennant, Emilia Jones, Bobby Smalldridge, Harriet Turnbull, Billy Connolly, Ben Miller, Amelia Bullmore, y Celia Imrie. Es el debut en el cine de este par de veteranos creadores de programas de televisión.

Un matrimonio con tres niños hace las maletas para viajar desde Londres hasta Escocia para pasar unos días allí y celebrar el 75 cumpleaños del padre de él, enfermo terminal de cáncer. La pareja vive separada y está a punto de divorciarse, así que durante el ajetreado viaje aleccionan a sus excéntricos hijos -la mayor, de diez años, que registra en una libreta todas las mentiras de los adultos; el mediano, obsesionado por el mundo vikingo; y la pequeña, que tiene como mascotas a piedras y esconde todo tipo de llave que ve- para que guarden el secreto de su ruptura al abuelo y al resto de la familia. Allí se producirán todo tipo de malentendidos y situaciones incómodas, gracias a la naturalidad infantil sin tapujos y a la ambigua hipocresía adulta.

Una sobresaliente película (nota: 9) esta tronchante comedia de humor ácido, e incluso negro, y amablemente irreverente, como los niños suelen ser, contada desde la desprejuiciada perspectiva de estos, que no entienden el drama del divorcio de sus padres (aunque lo sufran), ni ven la muerte como tragedia, ni comprenden los mentirosos convencionalismos sociales (hipocresía). Una atónita mirada sobre los absurdos y ridículos comportamientos adultos, rayanos en lo pueril, cuando no totalmente inmersos en ello, pues los críos parecen más sensatos que la gran mayoría de sus mayores.

Ahora algo de sabiduría ajena, mediante la cual otros nos cuentan lo que pasó por sus cabezas, y que seguro nos ayuda a poner en duda más de una tontería que solemos dar por sentada, y a disfrutar más de nuestras vidas, a veces tan absurdas:

 - "Es importante que los estudiantes traigan cierto toque superficial de golfos, cierta desnuda irreverencia a sus estudios; no están aquí para rendir culto al conocimiento sino para ponerlo en tela de juicio".  (Jacob Bronowski).

 - "Hay tres cosas difíciles: guardar un secreto, soportar un agravio y emplear bien el ocio".  (Quilón).

 - "Nadie necesita más unas vacaciones que el que acaba de tenerlas".  (Elbert Hubbard).

 - "El cambio de costumbres es el único medio de que disponemos para mantenernos en vida y rejuvenecernos. Tal es el objetivo del cambio de aires y de lugar del viaje de recreo".  (Thomas Mann).

 - "Apresúrate a vivir bien y piensa que cada día es, por sí solo, una vida".  (Séneca).

Besos y abrazos,

Don.
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