martes, 9 de junio de 2015

Requisitos de normalidad matutina

¡Buenos días!

No sé si los habrá, pues estos matutinos cambian cada día, no son iguales a ninguno de los demás, no hacen mucha gala de su diferencia, y están lejos de toda moda, media o mediana, con su típica desviación normal (o anormal, que todo es relativo). He ahí, pues, casi su única regla (sin tampax de por medio): no ajustarse a ellas demasiado, bailar holgadamente en su derredor, sin condicionantes. Y eso es precisamente lo que me gusta de ellos, que son distintos, y muy originales para mí (¡qué voy a decir yo de mis matutinos!). Por lo demás seguimos de normalidad veraniega, con máxima prevista para hoy de 32ºC... ¡alto, quietos paraos!, ¿qué normalidad?, ¡si todavía es primavera!, la alocada y voluble primavera que nos maneja a su antojo, haciendo y siendo lo que ella quiera ser, porque ella es así. Amén. Carpe diem.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Requisitos para ser una persona normal", de Leticia Dolera, y con ella misma como protagonista (también es la guionista), Manuel Burque, Miki Esparbé, Alexandra Jiménez, Silvia Munt y Jordi Llodrà. Es el debut en el largo de esta directora, y asimismo como guionista, de esta también actriz.

Una pizpireta y algo extravagante chica de 30 años, durante una entrevista para conseguir empleo, toma conciencia de que no es una persona normal, se propone cambiar, y se marca como objetivo el serlo a través del cumplimiento de una lista de requisitos esenciales que ella piensa que debería tener la gente normal (tener trabajo, casa, pareja, vida social, aficiones, vida familiar y... ser feliz) y de los que cree que carece por completo. Con la ayuda de un tipo bonachón, otro inadaptado, que conocerá al poco de comenzar sus nuevos propósitos vitales, intentará conseguirlo.

Una buena película (nota: 6) esta comedia romántica, de maneras "indies", la mar de simpática y amable, de humor tierno, casi sin carcajadas por mi parte, inocente en su envoltorio, pero con cierta mordiente ironía y retranca subyacentes. De cuidada fotografía, muchas veces de colorines, como del anuncio aquel de hace varios años, "¿a qué huelen las nubes?" (de Isabel Coixet), se nos muestra a través de esta encantadora pareja protagonista de raritos esa perniciosa esclavitud de lo que se espera de nosotros, de nuestros vanos esfuerzos por encajar donde nuestro ser no lo permite, de liberarnos, aceptarnos, y ser nosotros mismos y encontrar nuestro propio lugar en este mundo.

Ahora algo de sabiduría ajena, condición sine qua non para entender algo de esta vida que nos ha tocado y tratar de encajar algo en ella:

 - "Es la fiebre de la juventud la que mantiene el mundo y la temperatura normal".  (Georges Bernanos).

 - "Así debéis hacer vosotros: manteneos locos, pero comportaos como personas normales. Corred el riesgo de ser diferentes, pero aprended a hacerlo sin llamar la atención".  (Paulo Coelho).

 - "Me divierten las gentes que quieren seguir unas reglas, porque en la vida no hay más que lo excepcional".  (Jules Renard).

 - "Tan perjudicial es desdeñar las reglas como ceñirse a ellas con exceso".  (Juan Luis Vives).

 - "Ahí radica el verdadero poder de los medios masivos: son capaces de redefinir la normalidad".  (Michael Medved).

 - "El cambio es lo único que no cambia en el mundo".  (Helmuth Wilhelm).

 - "La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo".  (Isaac Newton).

 - "Cuando los ojos ven lo que nunca vieron, el corazón siente lo que nunca sintió".  (Baltasar Gracián).

Besos y abrazos,

Don.

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