¡Buenos días!
No sé si los habrá, pues
estos matutinos cambian cada día, no son iguales a ninguno de los demás, no
hacen mucha gala de su diferencia, y están lejos de toda moda, media o mediana,
con su típica desviación normal (o anormal, que todo es relativo). He ahí,
pues, casi su única regla (sin tampax de por medio): no ajustarse a ellas
demasiado, bailar holgadamente en su derredor, sin condicionantes. Y eso es
precisamente lo que me gusta de ellos, que son distintos, y muy originales para
mí (¡qué voy a decir yo de mis matutinos!). Por lo demás seguimos de normalidad
veraniega, con máxima prevista para hoy de 32ºC... ¡alto, quietos paraos!, ¿qué
normalidad?, ¡si todavía es primavera!, la alocada y voluble primavera que nos
maneja a su antojo, haciendo y siendo lo que ella quiera ser, porque ella es
así. Amén. Carpe diem.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Requisitos para ser una persona normal",
de Leticia Dolera, y con ella misma como protagonista (también es la
guionista), Manuel Burque, Miki Esparbé, Alexandra Jiménez, Silvia Munt y Jordi
Llodrà. Es el debut en el largo de esta directora, y asimismo como guionista,
de esta también actriz.
Una pizpireta y algo
extravagante chica de 30 años, durante una entrevista para conseguir empleo,
toma conciencia de que no es una persona normal, se propone cambiar, y se marca
como objetivo el serlo a través del cumplimiento de una lista de requisitos
esenciales que ella piensa que debería tener la gente normal (tener trabajo,
casa, pareja, vida social, aficiones, vida familiar y... ser feliz) y de los
que cree que carece por completo. Con la ayuda de un tipo bonachón, otro
inadaptado, que conocerá al poco de comenzar sus nuevos propósitos vitales,
intentará conseguirlo.
Una buena película (nota:
6) esta comedia romántica, de maneras "indies", la mar de
simpática y amable, de humor tierno, casi sin carcajadas por mi parte, inocente
en su envoltorio, pero con cierta mordiente ironía y retranca subyacentes. De
cuidada fotografía, muchas veces de colorines, como del anuncio aquel de hace
varios años, "¿a qué huelen las nubes?" (de Isabel Coixet), se nos
muestra a través de esta encantadora pareja protagonista de raritos esa
perniciosa esclavitud de lo que se espera de nosotros, de nuestros vanos
esfuerzos por encajar donde nuestro ser no lo permite, de liberarnos,
aceptarnos, y ser nosotros mismos y encontrar nuestro propio lugar en este
mundo.
Ahora algo de sabiduría ajena,
condición sine qua non para entender algo de esta vida que nos ha tocado y
tratar de encajar algo en ella:
- "Es la fiebre de la juventud la que
mantiene el mundo y la temperatura normal". (Georges Bernanos).
- "Así debéis hacer vosotros: manteneos
locos, pero comportaos como personas normales. Corred el riesgo de ser
diferentes, pero aprended a hacerlo sin llamar la atención". (Paulo Coelho).
- "Me divierten las gentes que quieren
seguir unas reglas, porque en la vida no hay más que lo excepcional". (Jules Renard).
- "Tan perjudicial es desdeñar las reglas
como ceñirse a ellas con exceso".
(Juan Luis Vives).
- "Ahí radica el verdadero poder de los
medios masivos: son capaces de redefinir la normalidad". (Michael Medved).
- "El cambio es lo único que no cambia en
el mundo". (Helmuth Wilhelm).
- "La unidad es la variedad, y la
variedad en la unidad es la ley suprema del universo". (Isaac Newton).
- "Cuando los ojos ven lo que nunca
vieron, el corazón siente lo que nunca sintió". (Baltasar Gracián).
Besos y abrazos,
Don.
No hay comentarios:
Publicar un comentario