¡Buenos días!
Fácil lo tengo en un día
como hoy, soleado y sin nubes que me emborronen la tarea, que ni la más
deslumbrante de las estrellas, el sol, me vela el resto de ellas, tan tímidas
que sólo parecen lucir de noche, pero no, iluminan con humildad desde el
proscenio toda esta representación matutina, tanto cartográfica como artística,
lejos de fuegos fatuos que todo lo obnubilan. Máxima prevista para hoy de 22ºC,
dulzura preprimaveral que nos lleva directos y sin brújula al inminente cenit
equinoccial en poco más de una semana.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Maps to the stars", de David
Cronenberg, y con Julianne Moore, Mia Wasikowska, Robert Pattinson, John
Cusack, Olivia Williams, Evan Bird, y Sarah Gadon. De este veterano director
canadiense, de mórbidas perspectiva y obsesiones, había visto hasta ahora unos
pocos de sus films anteriores, la mayoría de los cuales han sido sus cuatro
últimos: "Cosmópolis" (2012), "Un método peligroso" ("A dangerous method",
2011), "Promesas del este" ("Eastern promises",
2007), y "Una historia de violencia" ("A history of
violence", 2005).
Una famosa actriz en
decadencia, estrella de Hollywood que anhela ser elegida para actuar en el
remake de una película de culto que protagonizó su madre, fallecida al poco de
nacer ella, es tratada por un psicoterapeuta de famosos, especie de gurú
místico que escribe libros de autoayuda y tiene su propio programa de
televisión, casado con la representante de su hijo preadolescente, un ídolo de
masas gracias a una serie de televisión y varios films blockbuster
franquiciados, ahora también en horas bajas tras su paso por una clínica de
desintoxicación. Por allí aparece de repente la hermana mayor de éste, recién
cumplida su mayoría de edad y que acaba de salir del psiquiátrico, tras siete
años, con la idea de tratar de reconciliarse con su familia.
Otra película (nota:
4) más de este director de mirada obsesivamente enfermiza, malsana
y perversa sobre las cosas, que nos retrata, más bien disecciona sin remilgos,
a unos míseros personajes insanos, autodegradados, obsesionados por el
estrellato y la popularidad, llenos de delirios, de ego desmedido, vacuos,
superficiales, infelices, débiles, inseguros. En definitiva, descarna el lado
oscuro del glamouroso Hollywood, sus más podridas mezquindades. Sin embargo,
todas estas disquisiciones sobre miserias morales y emotivas no me dijeron
apenas nada, a pesar de su buen empaque. No me gustó.
Ahora algo de sabiduría
ajena, una de las mejores herramientas para proyectar conocimiento sobre nuestro
mapa vital:
- "Las ideas son como las estrellas,
nunca llegarás a tocarlas con tus manos. Igual que el marino que se adentra en
el gran desierto de las aguas oceánicas, las eliges como guía, y si las sigues,
conseguirás tu destino anhelado".
(Carl Schurz).
- "Todos estamos en la cloaca, pero
algunos estamos mirando a las estrellas".
(Óscar Wilde).
- "A la gloria de los más famosos se
adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores". (Georg Christoph Lichtenberg).
- "No estéis pesarosos de que nadie os
conozca; trabajad para haceros dignos de ser conocidos". (Confucio).
Besos y abrazos,
Don.
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