lunes, 23 de marzo de 2015

Enorgullecimiento matutino

¡Buenos días!

Me llena de orgullo y satisfacción, no sé si como rey, reina o reinona de estos matutinos, ¡qué más da!, me llena de orgullo y satisfacción, decía, el volver de nuevo, como casi siempre, a esta tribuna matutina a desparramar más o menos reivindicativamente sobre lo que crea menester. Ya estamos en primavera de calendario, pero el invierno no parece darse por aludido y protesta con sus habituales maneras, algo amaneradamente, eso sí, con frío descafeinado (12ºC de máxima previstos para hoy en los madriles), y muy grises lluvias, que más que entristecernos nos alegran, porque la primavera será más locamente desmelenada de lo que suele.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Pride (Orgullo)" ("Pride"), de Matthew Warchus, y con  Ben Schnetzer, George MacKay, Dominic West, Paddy Considine, Bill Nighy, e Imelda Staunton, entre otros, en este coral reparto. Es el segundo largo de este director y primero suyo que veo.

Verano de 1984, la Thatcher gobierna con mano de hierro e implacables políticas ultraliberales que se ceban con los más débiles. El sindicato minero convoca una durísima huelga que durará varios meses y a la que el gobierno responde con brutal violencia. Durante la manifestación del Orgullo Gay en Londres, un pequeño grupo de lesbianas y gays se dedica a recaudar fondos para ayudar a las familias de los mineros en huelga, pero el sindicato no los acepta por la mala imagen de su procedencia. Inasequibles al desaliento, estos jóvenes deciden ayudar directamente a los mineros. Tras varios intentos fallidos previos, localizan un pequeño pueblo galés que sí acepta el donativo, y se dirigen hacia allá para ayudarles.

Una muy buena película (nota: 7) esta tragicomedia muy agradable de ver, basada en hechos reales de un hecho casi olvidado, desconocido para la mayoría. Cine de buenos sentimientos y con trasfondo social, conmovedor y divertido, que nos cuenta el encuentro de dos colectivos totalmente distintos que acaban por unirse, contra todo pronóstico, en su necesidad de luchar contra su enemigo común (donde la Thatcher es su emblemático símbolo demoniaco), que les oprime. Ambos grupos aprenderán algo del otro, que otros mundos son posibles, cosas de las sinergias, al conseguir liberarse de prejuicios y hacerse amigos.

Ahora algo de sabiduría ajena, que tal vez no ayude a reivindicarnos a nosotros mismos:

 - "Nuestro orgullo es el que nos hace cumplir con nuestro deber".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Lo que más irrita a los orgullosos es el orgullo de los demás".  (William Cowper).

 - "Nada es tan bajo y vil como ser altivo con el humilde".  (Séneca).

 - "A veces, ante la mala manera de ser de los otros, uno se siente orgulloso de ser uno mismo y no otro".  (André Maurois).

 - "Solamente si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero".  (Jorge Bucay).

Besos y abrazos,

Don.
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