jueves, 5 de marzo de 2015

Matutino a las mil maravillas

¡Buenos días!

Ya sabéis que en estos matutinos me encuentro perfectamente gracias a su consustancial dulzura para conmigo. Idílico, bucólico entorno en el que me sumerjo casi oníricamente cada mañana antes de volver a despertar para iniciar las rutinas cotidianas. Incluso agradezco este leve bajón térmico (máxima prevista para hoy de 13ºC) pues los suaves calores de pasados días, anticipo de la inminente primavera de calendario, ya empezaban a sobrecargar mis resistencias térmicas, todavía acondicionadas para el invierno.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El país de las maravillas" ("Le meraviglie"), de Alice Rohrwacher, y con Maria Alexandra Lungu, Sam Louwyck, Alba Rohrwacher, Sabine Timoteo, y Monica Bellucci. Es el segundo largo, y primero suyo que veo, de esta directora germano-italiana.

Se acaba el verano en un remoto pueblo de la Umbría italiana. Una adolescente vive con sus padres, su tía, y sus tres hermanas pequeñas en una destartalada y apartada granja, bastante autosuficiente, cuya principal actividad es la producción de miel. Viven casi aislados de la sociedad, pues su padre, un tipo demasiado estricto y malhumorado, prefiere que estén en contacto directo con la naturaleza. Sin embargo, la unión familiar se tambaleará (o eso cree su padre); tanto por la llegada de un adolescente problemático, más bien autista, al que acogen pues necesitan el dinero que por ello recibirán de los servicios sociales; como por un programa de televisión de lo más kitch, un concurso entre tradicionales familias rurales, que anda reclutando participantes por la comarca, pues nuestra protagonista desea participar a pesar de la tozuda negativa de su padre.

Una película (nota: 4) que, a pesar de algunos momentos puntuales de interés, no me dijo gran cosa buena parte de su metraje. Especie de fábula sobre una vida rural que va desapareciendo, paraíso perdido, en este caso apicultores ecológicos de reminiscencias hippies, sobre el paso de la niñez a la madurez de nuestra adolescente protagonista mientras cuestiona con timidez la autoridad paterna, y sobre el amor familiar de esta extraña familia. También sobre los absurdos contrates entre la sencilla e "idílica" vida en el campo, camello incluido (me refiero al animal de dos jorobas), y la más extraña fauna circense de "marcianos" televisivos.

Ahora algo de sabiduría ajena, que espero os maraville, y endulce tanto la vida como a mí:

 - "Sabio es aquel que constantemente se maravilla de nuevo".  (André Gide).

 - "Como miel fue la venida, amarga después la vida".  (Refrán).

 - "Una gota de miel caza más moscas que un galón de hiel".  (Abraham Lincoln).

 - "Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa es en ella una maravilla".  (Gilbert K. Chesterton).

Besos y abrazos,

Don.
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