¡Buenos días!
Sí, porque aquí no se
retratan bodegones, también conocidos como naturalezas muertas, que los
matutinos son vitales retales de mi ser que tratan de relacionarse e
interaccionar con quien quiera venir por aquí, pues no tienen la más mínima
vocación de deambular en soledad por el ciberespacio. Mis hadas y ninfas,
pululando en mi derredor, ayudan lo suyo con su alborozada y gratísima
compañía. Como la que esta mañana también me hace el lluvioso chisporroteo que
hace relucir todavía más el rebrotado verdor que, junto con las grises nubes,
dan mayor realce si cabe a la explosión colorista otoñal, cual si la
maquillaran con esmero.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Nunca es demasiado tarde"
("Still life"), de Uberto Pasolini, y con Eddie Marsan y Joanne
Froggatt. Es el primer largo que veo de este director, pues no vi su primero.
Un hombre solitario de
mediana edad, un rutinario y gris funcionario municipal, metódico y
concienzudo, se dedica a recopilar datos para tratar de encontrar a familiares
y amigos de gente que muere en soledad, a la par que les organiza un digno
funeral. Un día su jefe le informa de que por restricciones presupuestarias su
departamento será refundido con otro y será despedido tras más de veinte años
de servicios, así que se dedicará aún con mayor esmero en tratar de resolver su
último caso. Esto hará que este buen hombre, bueno en el buen sentido de la
palabra bueno, se replantee su anodina vida.
Una estupenda película, de
ritmo reposado, imágenes casi inmóviles, que me encantó. Va de gente olvidada
que muere sola, de soledad, y de muerte, y en consecuencia nos habla de la
vida, de ilusionarse, de apasionarse con la excitante vida que nos toca vivir.
Puede verse como una triste alegoría, con sus notas de soterrado humor negro,
de esta urbanita sociedad moderna que nos aboca a la soledad y el aislamiento,
que casi ni conocemos a nuestros vecinos, encerrados, o enterrados, en nuestros
apartamentos.
Ya acabamos, y nunca es
tarde para algo de sabiduría ajena, que seguro nos hace entusiasmarnos con la
vida:
- "El más terrible de todos los
sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta". (Federico García Lorca).
- "Lo mejor de la vida es el pasado, el
presente y el futuro". (Pier Paolo
Pasolini).
- "Yo devoro mi existencia con un apetito
insaciable. Cómo terminará todo esto, lo ignoro". (Pier Paolo Pasolini).
- "Si muero, lo haré habiendo vivido bien
mi vida. No es el destino lo que importa, sino como se llega a él". (Brandon Anderson).
Besos y abrazos,
Don.
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