lunes, 24 de noviembre de 2014

Es tiempo de mis amantes matutinas

¡Buenos días!

Una mirada, un suspiro, y ya me tienen prendado mis bien amadas y amantes hadas y ninfas matutinas, y me lanzo a la aventura de crear un matutino. Carpe diem. Como disfruto con estos canónicos días de otoño, de agradabilísimas temperaturas (máxima prevista para hoy de 17ºC), con sus lluvias y nubes grises que hacen resaltar sobremanera sobre el horizonte cualquier atisbo de copa arbórea arrebolada con sus más característicos coloretes propios de este tiempo. Encendida hermosura por doquiera que mires. Un placer para el alma y los sentidos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El tiempo de los amantes" ("Le temps de la aventure"), de Jérôme Bonnell, y con Emmanuelle Devos y Gabriel Byrne. Es el primer largo que veo de este director francés, que con éste ya lleva cinco.

Una mujer de 43 años se siente en crisis, pues está ante una encrucijada vital. Es una actriz que viaja en tren a París para hacer un casting. Cruza su mirada con la de otro pasajero, un maduro extranjero de apariencia triste que va al funeral de una amiga, y durante todo el trayecto siguen intercambiándolas. Se sienten atraídos mutuamente. Se separan en la estación, pero el azar y la determinación de ella, mezclada con sus dudas, les harán volver a encontrarse, prendiendo en ambos la excitación de la amorosa aventura.

Buenísima película este estupendo drama romántico, con algún golpe de gracia, sobre un breve e intenso idilio, con reminiscencias de esa sencilla maravilla que es "Breve encuentro" ("Brief encounter", 1946) de David Lean, amor a primera vista que hará que se replanteen sus vidas, pensando ambos, con renovadas ilusiones, en darles un giro, todo condicionado al escaso tiempo de que disponen, pues ni trenes ni relojes esperan más allá de su hora, aunque deseemos estirar ciertos tiempos. La acción se desarrolla toda a lo largo de un día, del amanecer al atardecer. Por esto también recuerda a las dos primeras de la exquisita trilogía de Richard Linklater: "Antes del amanecer" ("Before sunrise", 1995) "Antes del atardecer" ("Before sunset", 2004), y "Antes del anochecer" ("Before midnight", 2013). Os recomiendo este romance sin nada de azúcar añadido, tan solo impregnado de la natural dulzura (y sus gotitas de amargura) que les son propios a los buenos romances.

Ya llegó el tiempo de la sabiduría ajena, que tal vez nos dé pautas para la gran aventura del bien amar:

 - "El primer beso no se da con la boca, sino con la mirada".  (Tristán Bernard).

 - "Lo que parece ser amor es siempre amor".  (Tristán Bernard).

 - "Que es amor dulce materia
para no sentir las horas
que por los amantes vuelan".  (Lope de Vega).

Besos y abrazos,

Don.
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