¡Buenos días!
Con la reconfortante
compañía de mis matutinos, y de sus hadas y ninfas, pluma virtual en ristre,
que más bien es traqueteo de teclas golpeadas por mis dedos, otra mañana más me
dispongo a la quijotesca aventura de lanzar al mundo otra sarta de mis
reflexiones y desvaríos mañaneros, procedentes de mi ya muy sorbido seso, no sé
si corrompido, tras tanto tiempo dedicado a ello. Seguimos acompañados de
grises nubes que destilan lluvia, otra mañana más de justo otoño, como tiene
que ser, de agradabilísimas temperaturas y todavía lejana destemplanza.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Justi&cia", de Ignacio
Estaregui, y con Hovik Keuchkerian, Álex Angulo, y Marta Larralde. Es el debut
en el largo de este director, que poco antes de hacerla fue despedido de donde
trabajaba y con la indemnización por despido, ayudas de familiares y amigos, y
poco más, ha hecho este film de muy reducido presupuesto.
Justino, Justi para los
amigos, es un minero leonés que sufrió un grave accidente cuando trabajaba en
la mina, en el que fallecieron siete compañeros y sólo él sobrevivió. Justo el
día en el que anuncian que el empresario culpable de ese accidente sale impune
de la justicia, y harto de la situación de corrupción generalizada, siente la
necesidad de convertirse en un justiciero social para obligar a rendir cuentas,
dándoles su merecido a su manera, a políticos y empresarios corruptos,
recorriendo toda España. Nada más comenzar su primera aventura justiciera
desfacedora de entuertos se le une cual Sancho Panza un desalentado jubilado,
casi un sin techo que sobrevive de la caridad ajena y que recupera la ilusión a
su lado. Con su sabia compañía, Justi y cía., perseguidos por la policía,
continuarán perpetrando escarmientos, que difunden a través de vídeos que
envían a una periodista, lo que les convertirá en héroes a los ojos de una
población hastiada de crisis y corrupción y que ya no puede más.
Este drama con toques de
comedia negra, o comedia dramática, me pareció una película con un punto de
partida muy interesante, pero irregular, imperfecta, con flecos sueltos y falta
de pulimento, probablemente debido a sus escaseces presupuestarias y quizá a la
"novatez" del director. Sin embargo, tuvo muy gratificantes y
divertidos momentos. En ella se expresa lo que estoy seguro que encantaría
hacer, y que sólo nos contentamos con imaginar, a buena parte de la gente con
esos politicastros (y demás fauna político-económica), con sus corruptelas y
grandes corrupciones con las que nos ha tocado vivir. No en vano, el slogan
publicitario del film reza: "¿qué harías si estuvieses en una habitación,
a solas, con un político corrupto?". Un poco en la línea de la muy
reciente "Relatos salvajes", de Damián Szifron,
que vi el mes pasado.
Ahora os dejo en la justa
compañía de algo de sabiduría ajena, que espero preserve nuestra mente de
posibles descomposiciones por falta de actividad (o activismo):
- "En muchas empresas el silencio no es
oro, el silencio es un sobre".
(Jaume Perich).
- "Muchos jueces son incorruptibles,
nadie puede inducirlos a hacer justicia".
(Bertolt Brecht).
- "El poder sólo corrompe a los
corruptos, hace golfos a los que son golfos, e inmorales a los que ya lo eran
antes". (Juan Barranco).
- "En tiempos de corrupción es cuando más
leyes se dan". (Étienne Bonnot de
Condillac).
- "El derecho viene a perecer menos veces
por la violencia que por la corrupción".
(Henri Lacordaire).
Besos y abrazos,
Don.
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