viernes, 18 de julio de 2014

Matutino pastoreo

¡Buenos días!

Os garantizo que no voy a sermonearos, como jamás creo que hago en estos matutinos, si acaso a requebraros, como tratan de hacer conmigo cada mañana mis hadas y ninfas, pero desde luego tendréis siempre abiertas las puertas de este redil mañanero para que entréis o salgáis a vuestro antojo. Este sol canicular sigue agobiando con fuerza (38ºC de máxima prevista, que así llevamos varios días), teniéndonos amodorrados y acorralados a la sombra casi todo el día, sin saber muy bien que hacer, aunque mañana y pasado aflojara bastante (más de diez grados), para volver a repuntar a primeros de la semana siguiente, siguiendo el verano en todo su normal esplendor.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Borgman", de Alex van Warmerdam, y con Jan Bijvoet, Hadewych Minis, Jeroen Perceval, y Sara Hjort Ditlevsen. Es el octavo largo de este director holandés, y primero suyo que veo.

Tres hombres van súbitamente de caza al bosque, uno de ellos un sacerdote que acaba de terminar su misa. Buscan a un hombre sórdido, Borgman, que vive en un escueto y agobiante zulo que él mismo ha construido. Por poco escapa de sus perseguidores armados y avisa a sus compañeros, que viven diseminados por el bosque del mismo modo que él, escapando cada uno como puede. En su huida Borgman llega a un barrio lujoso y va llamando puertas, una tras otra, pidiendo que le dejen entrar para tomar un baño, pues está muy sucio, negándose los sorprendidos habitantes a ello. Tras una paliza recibida, consigue que le dejen entrar en una de las casas, afectando la vida de toda la familia.

No me gustó ni me dijo gran cosa esta extravagancia disparatada de película, una especie de thriller con toques fantásticos, que empieza bien, pero luego desvaría bastante, recordando en algo a films de Haneke y otros, pero no llega a casi nada. Parece una parábola sin moraleja, sin explicaciones, sobre el mal en este mundo occidental, que no sólo está encarnado en tipos raros, sino también por gente de lo más normal. El protagonista (y todos los demás personajes sin excepción) podrían asemejarse bien a un ángel o a un demonio, ¡qué más da!, si son lo mismo según la mitología cristiana, y de hecho todos llevamos a ambos dentro, manifestándose uno u otro según la ocasión.

Ahora algo de sabiduría ajena que he ido reuniendo de aquí y de allá, y os la dejo enseguida bien arrejuntadita:

 - "¿Es usted un demonio? Soy un hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los demonios".  (Gilbert K. Chesterton).

 - "Cuando la piedra ha salido de la mano, pertenece al diablo".  (Proverbio suizo).

 - "El demonio del mal es uno de los instintos primeros del corazón humano".  (Edgar Allan Poe).

 - "El pastor esquila las ovejas, no las devora".  (Suetonio).

 - "Sin el animal que habita dentro de nosotros somos ángeles castrados".  (Hermann Hesse).

Besos y abrazos,

Don.
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