¡Buenos días!
Gracias a la compañía de
estos matutinos que cada mañana caminan a mi vera, siento la plenitud vital ...
¿será eso de la media naranja? ... no sé ... y me siento colmado de bienestar.
Lo mismo me pasa con estos suaves días de verano (máxima prevista para hoy de
31ºC en los madriles) que ya no me empujan a bautizarme en cualquier piscina o
ducha para tratar de refrigerarme de los rigores calóricos solares. Amén, y que
siga siendo así.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Llenar el vacío" ("Lemale
et ha'halal"), de Rama Burshtein, y con Hadas Yaron y Yiftach Klein. Es el
debut en el largo de esta directora israelí.
En el seno de una comunidad
ultraortodoxa judía de Tel Aviv, Shira, una joven de 18 años, espera con
impaciencia la ceremonia de su compromiso con un joven de su misma edad que su
familia le ha buscado. Su hermana mayor muere repentinamente al dar a luz. El
duelo familiar hace que todo se posponga. Un tiempo después se anuncia el
posible compromiso del viudo con una mujer judía del extranjero, lo que aumenta
el dolor de la madre de Shira pues dejará de ver a su nieto, así que se le
ocurre la idea de concertar el matrimonio de Shira con su cuñado viudo, más de
diez años mayor que ella, presionando a su hija para que acepte este nuevo
compromiso. Ella duda entre su ilusión anterior y el deber familiar.
Una buena película, que
sobre el trasfondo de las tradiciones de los judíos utlraortodoxos, que bien
conoce la directora, pues pertenece a esa comunidad, se nos muestran los
dilemas interiores y encontrados sentimientos de los personajes, que llevan la
procesión por dentro. Según parece, en esta comunidad los padres conciertan los
matrimonios de sus hijos, haciéndoles propuestas, pero son la pareja de jóvenes
quienes deben dar su acuerdo mutuo. No obstante, se muestra cierta presión del
entorno social, eso sí, aquí dulce, suave, sutil y comprensiva, como la de empujar
al matrimonio a todo verso suelto discordante con la idea preconcebida de que
tendrá una vida más plena.
Ahora algo de sabiduría
ajena con la que trufar nuestras entendederas ... para que no suenen a hueco:
- "Cuando dos personas están bajo la influencia
de la más violenta, la más insana, la más ilusoria y la más fugaz de las
pasiones, se les pide que juren que seguirán continuamente en esa condición
excitada, anormal y agotadora hasta que la muerte los separe". (George Bernard Shaw).
- "Si una mujer se vuelve a casar al
quedarse viuda, odiaba a su primer marido; si un hombre se casa por segunda
vez, adoraba a su primera esposa".
(Óscar Wilde).
- "Si te casas lo lamentarás. Si no te
casas, también lo lamentarás". (Sören Kierkegaard).
- "No hay que elegir por esposa sino a la
mujer que uno elegiría por amigo si fuera hombre". (Joseph Joubert).
Amén. Besos y abrazos,
Don.
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