miércoles, 23 de julio de 2014

Alborada matutina de lo más mona

¡Buenos días!

Fanfarrias y timbales son casi necesarios para hacerme despertar cada mañana, que las cortas y calurosas noches de verano no me permiten descansar todo lo que yo necesitaría, pero en cuanto consigo despegar los ojos de mis legañas, me quedo extasiado de lo bonito que es el amanecer, con esa fascinante luz, emparentada genéticamente con la del atardecer, que hace parecer todo de lo más mono. El verano quiere volver de nuevo a su zenit térmico en un nuevo renacer tras pasados días de frescor (máxima prevista para hoy de 35ºC).

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El amanecer del planeta de los simios" ("Dawn of the planet of the apes"), de Matt Reeves, y con Andy Serkis, Jason Clarke, Gary Oldman, y Keri Russell. Es el primer film que veo de este director, que es la secuela de otra que vi hace tres años, "El origen del planeta de los simios" ("Rise of the planet of the apes", 2011), de Rupert Wyatt. Durante mi adolescencia creo que vi la saga de cinco películas del planeta de los simios de los años 60 y 70, de la que sólo me gustó la primera y original, "El planeta de los simios" ("Planet of the apes", 1968), de Franklin J. Shaffner, y protagonizada por Charlton Heston. De ésta hubo un remake, "El planeta de los simios" ("Planet of the apes", 2001), de Tim Burton.

Diez años después del final de la anterior, la de 2011, cuando los simios se liberaban de los humanos a la par que el virus, que trataba de curar el alzheimer, que por azar les incrementó a los monos su inteligencia (se experimentó con él en ellos), hacia estragos entre los humanos, diezmándolos (mucho peor, cien veces más que eso), ambos grupos de seres vuelven a encontrarse y a colisionar sus intereses y necesidades de supervivencia, uno en declive tras el cataclismo y el otro en auge, camino de su apogeo, liderado por el chimpancé protagonista de la anterior película.

Una película que no me gustó, nada que ver con la anterior, que sí y mucho, a pesar de su gran despliegue técnico, pero su ramploncete guión, bastante manido, no me dijo gran cosa. Aun así, tiene ciertos aires medioambientalistas, aunque menos que una nimia brisa con respecto a la anterior, y un deje sobre el auge de los desheredados, pero con un tufillo ideológico que me chirriaba, y casi me ofendía. Parece que habrá otra para completar trilogía, que creo que no veré porque sospecho que irá por los mismos derroteros de vulgaridad que ésta.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro aporta la chispa necesaria que haga amanecer nuestras neuronas, y que bien podría comenzar con las citas del matutino de la anterior película de la saga, la de "El origen del planeta de los simios":

 - "Apenas amanece, la rosa florece, mas luego perece".  (refrán).

 - "Por mucho que disparemos contra el gallo, no por eso dejará de amanecer".  (Proverbio oriental).

 - "Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos".  (Friedrich Nietzsche).

 - "El vínculo más básico que tenemos en común es que todos vivimos en este pequeño planeta. Todos respiramos el mismo aire, todos valoramos el futuro de nuestros hijos y todos somos mortales".  (John F. Kennedy).

Besos y abrazos,

Don.
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