¡Buenos días!
Este condenado verano, que últimamente se está guardando, y mucho, de agobiarnos en exceso, aunque imagino que se guardará algunos cartuchos para más adelante, nos deja hoy un día de calor llevadero, con 33ºC de máxima prevista por los madriles, de esos que no te dejan encerrado, al resguardo de la sombra más fresca posible, y te permiten salir al aire libre, al menos lejos de las horas centrales en las que el sol ronda por su cenit. Bueno, ahora, por un ratito y voluntariamente, me encierro con este matutino, guardián de mis desvaríos de esta mañana, para tratar de darle salida lo antes posible, que no es bueno estar enclaustrados por demasiado tiempo, reconcomiéndonos por lo que sea.
Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Condenados" ("Vogter", 2024), de Gustav Möller, y con Sidse Babett Knudsen, Sebastian Bull, Dar Salim, Marina Bouras, y Olaf Johannessen. Es la segunda película de este director danés nacido en Suecia, tras la espléndida y muy recomendable "The guilty" ("Den skyldige", 2018) y que me gustó una pizca más que la que hoy glosaré.
Una funcionaria de prisiones, diligente y ejemplar trabajadora que trata con amabilidad a los presos, un día ve como llega a su centro penitenciario un nuevo recluso, un joven al que parece conocer. Trata de averiguar a que zona lo van a llevar y solicita el traslado para trabajar en ese mismo módulo, el de los presos más violentos y peligrosos, lo que consigue. Tratará de ajustar cuentas con su pasado.
Estupenda película (nota: 8), este drama carcelario un tanto particular, como el patio de mi casa que decía la canción infantil, también drama psicológico sobre los dilemas morales de su protagonista. Fría, tensa, de intensidad creciente, y dura, áspera, cruda y sin concesiones por momentos. Muy interesante y que me atrapó casi desde el mismo principio. Con varias capas de significado, compleja como una red neuronal y que nos induce interesantes reflexiones... sobre perdón versus venganza, rehabilitación versus castigo, y más, a través de los tortuosos caminos que sigue su protagonista (y también su antagonista), prisioneros de su dolor y odio contenidos y fermentados, condena que les consume y que necesitaría de una buena catarsis.
Bueno, pues guárdeme yo de librarme de la sección de sabiduría ajena, así que so pena de lamentarme por ello, ahí os dejo estas buenas citas:
- "En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días". (Sealtiel Alatriste).
- "Cada cual tiene sus penas; todos están condenados igualmente a gemir: el compasivo por los sufrimientos ajenos, el egoísta por los propios". (Thomas Gray).
- "Y en verdad el pecado por el cual se dice que debo ser condenado a muerte, nunca lo he cometido; muchos otros he hecho, que tal vez a esto me hayan conducido". (Giovanni Boccaccio).
- "El recuerdo del pasado es el juez en la vida del hombre. Feliz el que al mirar tras de sí halla un ángel guardián que le procura un aura de paz; desdichado quien, al ver el pasado, siente la amargura de un inútil arrepentimiento". (Jacques Bénigne Bossuet).
- "¿Quién guardará a los guardianes?" (Juvenal).
Besos y abrazos,
Don.
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